En el recuerdo queda el año 1959, cuando Antonio Cubillo junto con el también abogado Fernando Sagaseta, crearon el movimiento Canarias Libre: un grupo nacionalista de izquierda, inmerso en la lucha contra el Franquismo, cuyo máximo exponente fue la ejecución de Juan García "el Corredera". Luego ocurrieron las persecuciones, las detenciones y las estancias en las prisiones del Régimen colonial... Pero eso no arredró al joven abogado laboralista (había inaugurado el primer despacho laboralista del país), que anteponiendo los intereses de Canarias, comenzó a dirigir las huelgas del sector portuario, así como las del sufrido sector obrero de entonces.
El Régimen franquista lo puso en el punto de mira, y tras una nueva detención, optó por refugiarse en el monte primero, para luego escapar a Marruecos a bordo de un pesquero. Y desde Casablanca voló a París, donde comenzó a mostrar sus legendarias habilidades diplomáticas. Luego el exilio en Argelia, y en 1964 la creación del MPAIAC, y el nacimiento de la Bandera Nacional Canaria (tricolor con 7 estrellas verdes). Y con todo ello, el nacimiento de una leyenda, empañada a veces por los burdos intentos de determinados gobiernos presuntamente democráticos (como el de España) de "eliminarlo", y con él la idea de una futura Nación Canaria.
En diciembre de 1975, la emisora de radio "La Voz de Canarias Libre" (desde Argel) llevó a todos los rincones del Archipiélago, un mensaje que despertó miles de conciencias hibernadas desde hacía 5 siglos: muchos canarios no sabían que las islas podían convertirse en una Nación Soberana; otros vieron reproducirse en sus mentes, aquéllo que había oido hablar a sus abuelos a escondidas; y otros tantos, sencillamente, prefirieron seguir en el limbo en que los había colocado el colonialismo... ¡La semilla estaba plantada!
La OUA le dio el respaldo necesario, al afirmar que "las Islas Canarias forman parte integrante del continente africano, y su población tiene derecho a la autodeterminación e independencia como todos los pueblos colonizados de África". Más aún, creó un Comité de Liberación que habría de plantear ante la ONU la "descolonización de Canarias"... La historia consecuente ya es de todos conocida: la "propaganda armada" del MPAIAC, que desgraciadamente (aunque de forma indirecta) causó víctimas mortales; el atentado a Cubillo en abril de 1978, que lo dejó en muletas; el ostracismo hasta 1985, la fundación del CNC, y una serie de errores que le fueron pasando factura...
En los últimos años, Cubillo había dedicado su tiempo a la elaboración del Anteproyecto de Constitución de la República Federal Canaria (legado que las nuevas generaciones de independentistas deben convertir en una realidad); a la publicación de libros; y a sus Artículos de Opinión en "El Día" y en LA VERDAD DE LANZAROTE (todos los domingos). Y cada vez eran más los patriotas isleños que acudían a su domicilio para pedirle consejos, e incluso a sacarse fotos junto a su Líder... Para todos era ya el Sabio Abuelo (tenía 82 años) que podría aportar la necesaria madurez para un Proyecto en el que había dedicado la mayor parte de su vida.
En la última Manifestación en honor a la Bandera Canaria (que él creó), se le pudo ver sonriente en un coche (de copiloto), arropado por los centenares de canarios que acudieron aquel día. Y siempre bromeaba con la misma frase: "el año que viene, la Independencia...". La misma frase que me había repetido en los últimos 20 años, cada vez que lo entrevistaba aquí en Lanzarote (Radio Altahay, Radio Lanzarote, La Voz de Lanzarote, La Provincia, Lanzarote Televisión, Archipiélago Televisión, etc).
Esta mañana Canarias está muy triste. Se ha ido el Padre de la Nación Canaria. Pero su figura, sus ideas, su legado continúa. Y aunque es cierto que esta noche y durante mucho tiempo las 7 estrellas no brillarán, oscurecidas de dolor.... Una nueva estrella nos guiará.
"Y el año que viene, la Independencia..."