Sin retraso, a las 13:30 del domingo, llegaba a tierras lanzaroteñas Mariano Hilario "Tiburón". Lo hacía con la misma humildad con la que se había ido a Madrid hacía dos semanas, con la misma sonrisa, pero con el cinturón de Campeón de España de peso supermedio.

La noche anterior, el sábado día 2, el Palacio de Deportes de Madrid acogía el Campeonato de España de Boxeo, en unas veladas organizadas por Rimer Box y por el Club Barceló ante cerca de 4000 espectadores, una entrada espectacular para una velada que se prometía apasionante.

En la cuarta de la noche, el lanzaroteño de origen dominicano, Mariano Hilario "Tiburón" peleaba contra el también apirante el catalán David Sarabia. La velada comenzaba muy bien para el lanzaroteño que en el primer asalto ya enviaba al tapiz al catalán. Todo parecía presagiar que sería un combate rápido, como lo habían sido otros combates de la noche, pero se complicó.

Sarabia se resistía a caer, pese a que "Tiburón" era técnicamente superior, pero se resistía. con un boxeo lento pero resistente, Sarabia se aguantaba sobre el tapiz hasta que en el sexto round Hilario comenzó a desaparecer, físicamente parecía que se esfumaba, que se había fundido. "Tiburón" intentó ser conservador a partir de ese entonces, sabedor que tenía el combate a su favor por puntos, tenía que mover a su rival y aguantarle.