Bajo la mirada impasible de las Naciones Unidas, teórica garante de los acuerdos de alto el fuego entre Marruecos y la RASD, firmados en septiembre de 1991, y del respeto y seguridad a los territorios liberados del pueblo saharaui, en días pasados, el ejército marroquí ha violado los mismos, invadiendo la región de Al Gard-Garat en el sur del Sahara Occidental ocasionando la muerte de dos civiles saharauis, poniendo, además en alerta a Mauritania, país vecino, que se ve, igualmente amenazado por las aventuras belicistas de la monarquía alauita. Dicha región se encuentra bajo control de las fuerzas de la Minurso, misión de Naciones Unidas para el referéndum en el Sáhara Occidental

El Frente Polisario ha advertido en diversas ocasiones a la comunidad internacional y, especialmente, al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que no mantener una presión firme sobre el Estado Marroquí, supone un grave peligro para los acuerdos de alto el fuego y para la población saharaui.

Esta no es la única noticia que nos llega desde El Sahara Occidental. En el día de ayer en los territorios ocupados, más concretamente en la ciudad de El Aaiúm, las fuerzas de ocupación han reprimido brutalmente una manifestación pacífica que reivindicaba la liberación de los presos políticos saharauis que permanecen en las cárceles de Marruecos. Recordemos que en las mismas hay casi un centenar de presos y presas políticos saharauis, muchos juzgados por tribunales militares ilegales que no han tenido derecho a una legítima defensa. A ello hemos de sumar una larga lista de desaparecidos y desaparecidas desde 1975.

Desde Alternativa Nacionalista Canaria expresamos nuestro apoyo solidario al pueblo saharaui y hacemos un llamamiento al pueblo canario a mantener la solidaridad activa con el mismo al objeto de que definitivamente sea convocado el referéndum de autoderminación que permita que le permita vivir en paz en su territorio.

ANC considera que las Naciones Unidas y, más concretamente, la MINURSO debe ejercer, en tanto ese referéndum sea convocado, un control efectivo sobre las zonas fronterizas y los territorios ocupados obligando al Gobierno marroquí a respetar los derechos humanos individuales y colectivos así como los acuerdos del 1991 de alto el fuego entre las partes.