Entre las conclusiones de un estudio del empresariado más influyente figuraba:
"Decisión sobre la descentralización y simplificación de las leyes del territorio".
Está fórmula,ya planteada en informes anteriores, ha sido llevada a efecto como si de una orden se tratara por el presidente oramita Clavijo.
Consciente de esta reivindicación de las elites económicas, Clavijo and psoe no sólo la lleva a efecto, sino que lo hace rápidamente y sin mediar resistencia alguna.
Clavijo llega a la Presidencia con la consigna clara de su hacedora, Ana Oramas y de los lobbies: debe representar con determinación sus intereses, modificar y legislar todas aquellas nomas necesarias, para que los intereses particulares de dichos grupos empresariales estén garantizados.
Así ha sido y es. La Ley del Suelo es la gran reivindicación de esos grupos que representan la voracidad y el liberalismo salvaje. Clavijo recoge en ella todas las aspiraciones de quienes desean especular y obtener beneficios rápidamente.
Las consecuencias de esta Ley pueden ser catastróficas,letales, podríamos estar frente a otra boom de la construcción devastador para nuestro patrimonio natural y la sostenibilidad.
Este boom vendría reforzado por ese guineo de la subida de visitantes, sostenido en la debilidad de los competidores, debido a la inseguridad de algunos destinos. Debilidad temporal y crecimiento de visitantes que no produce ningún efecto redistribuidor de la riqueza, y tampoco hace descender significativamente el paro, al igual que la calidad del empleo.
Clavijo, con la cooperación necesaria del PSOE, traiciona los intereses generales de este pueblo para plegarse con insistencia y pasión a los intereses de España y sus medianeros en Canarias.
El Presidente de unos pocos, es ahora de muchos menos, ya los poderosos tienen su repartidor de pizzas de hormigón.

Sin duda este Presidente con su buen rollito es el mejor valedor de todo aquello que no conviene a Canarias