La hoy edil del grupo de No Adscritos (junto con Emilia Perdomo), reconoce que "no fue nada agradable" el haber tenido que presentarse en el Juzgado "como testigo" en el Caso "Montecarlo", añadiendo que ese momento "ha influido" en su decisión. Y dejó bien claro que desde ese momento no ha vuelto a cruzar palabra con Cándido Reguera ni con Ástrid Pérez, insistiendo en que “la clase política debería caracterizarse por valores como la honestidad, la rigurosidad y la vocación de servicio público. En ellos me educaron en el seno familiar y ellos me han traído hasta aquí".  

Principalmente achaca a su decisión, “las divergencias y controversias dentro del grupo popular de Arrecife”, por lo que ha "llegado a un punto insostenible para mí. No estoy dispuesta a seguir soportando este tipo de discusiones y problemas”.

Nayra explicó a los medios presentes que ha presentado su renuncia a la militancia del partido, que ya ha sido comunicada a la dirección a través de un burofax.

Finalmente señaló que no piensa abandonar su acta de concejal, porque "considero que la situación por la que atraviesa el Ayuntamiento no es para marcharse. Tengo el absoluto convencimiento de que puedo aportar mis conocimientos y trabajo para ayudar a que la situación de Arrecife mejore. Cumpliré con el compromiso personal y público que manifesté en mantenerme en la política municipal mientras dura este mandato. Así lo intentaré“.