Los concejales en el consistorio capitalino Leticia Padilla y Daniel Cabecera, han tenido varias reuniones y conversaciones con el personal del cuerpo de la policía local de Arrecife, donde les han trasladado serias deficiencias en las instalaciones, en el material y el retraso en los pagos de las horas extras, debiéndoseles todavías las correspondientes a las Fiestas de San Ginés.
Hemos podido comprobar que la policía local de Arrecife trabaja en condiciones de salubridad muy cuestionable. Por citar algunos ejemplos, en sus dependencias ha habido plagas de pulgas y cucarachas, una rata muerta en el cuarto de telecomunicaciones y otra correteando por las dependencias (nos han llegado a mostrar el video de la rata corriendo). El mobiliario existente parece que es el que se desecha en el resto de departamentos del consistorio y nos comentan que solo cuando ya no lo quiere nadie les llega allí. La mesa de la sala de telecomunicaciones data de la época de José María Espino, igual que las sillas. Nos hacen especial hincapié en las sillas de la sala de telecomunicaciones, puesto que el encargado de cada turno está ocho horas sentado sobre ella. Son, al menos, tres personas distintas las que la usan todos los días, agentes de diferentes tamaños y pesos y con diferentes problemas de espalda, debidos en parte a la deficiente silla en la que pasan su jornada.
45 minutos para poner una denuncia
Si echamos una rápida ojeada a las dependencias de la policía local, veremos un despacho con las ventanas cubiertas de folios (la cortina no funciona y le da el sol directamente todo el día), viejas y aparatosas torres de ordenador en las esquinas de los despachos, mobiliario estropeado, desconchados en las paredes y los baños inservibles. Llega a tal punto la antigüedad del equipo informático, que para poner una denuncia el agente que las recibe tarda aproximadamente 45 minutos en conseguir rellenar el formulario, eso siempre que no haya que reiniciar… La falta de material es tan exagerada, que los policías cuentan con un solo ordenador para realizar sus informes, pues el resto directamente no funcionan. Por otro lado, llevan desde 2013 esperando por nueva uniformidad cuando lo que marca la norma es que se les entregue nueva ropa año tras año.
Esto es lo que se ve. Respecto a lo que no se ve tenemos el salario, las horas extras y los horarios eternos para cubrir a compañero de baja o de vacaciones. El número de agentes está muy por debajo del ratio normativo y a eso hay que sumarle que siempre hay compañeros de baja y otros que se cogen las vacaciones que les corresponden. Es por ello que se suelen hacer muchas horas extra, horas que luego se tardan mucho en cobrar (se quejan varios), “Aún no nos han pagado las horas extra que hicimos en las fiestas de San Ginés y ya está el cuadrante para ver quien se apunta a las de Carnavales…”. El hartazgo de los agentes con el pago de las horas extra es tal, que desde los sindicatos la consigna que se les da es que no se apunten a las horas extra de carnavales.
Desplantes Varios
La situación se ha llegado a tensar mucho en los últimos meses, sobre todo después del desplante que le hizo al cuerpo la Alcaldesa y todo su equipo en la entrega de Medallas a los policías capitalinos, entrega en la cual no estuvo presente por motivos personales, pero a la que ni siquiera mandó al equipo de protocolo para preparar el acto con el mínimo de rigor que la ocasión requería. Otro hecho que mantiene tensa la situación es el desapego que la concejal delegada tiene sobre el cuerpo, pasan meses sin verla por las dependencias y se sospecha que ni siquiera hay contacto telefónico con el Jefe del cuerpo; “Así nos va, que ni nos contemplan ya en los presupuestos” nos comenta otro agente.
Un cuartelillo nuevo construido desde hace años y cerrado
Algo que quizá podría resolver en parte la situación de los policías sería el traslado a la comisaría que el ayuntamiento adaptó hace varios años, donde se encuentra actualmente el equipo de sanciones. Esas instalaciones constan de tres plantas, despachos, recepción, vestuarios y todo lo necesario para empezar a trabajar desde mañana mismo, a excepción del equipo de telecomunicaciones, imprescindible para el trabajo de la policía. Hace años que está pendiente de encargarse el informe correspondiente para poder trasladar allí las telecomunicaciones y hasta el presupuesto del año 2015 había una partida para ello destinada, que nunca se ejecutó. En los presupuestos de 2016, cuando la concejal Victoria Sande se hizo cargo del área, esa partida desapareció y salvo milagro de última hora, no se espera que aparezca en los presupuestos para el año en curso, por lo que, salvo cambio de rumbo en la dirección municipal o al menos en el área de la Policía Local, el cuartelillo de la policía local de arrecife, listo para estrenar, seguirá viniéndose abajo por falta de uso, las goteras se acabarán comiendo la tercera planta casi al mismo tiempo que el actual va cayendo y su personal, que ejerce una labor indispensable para nuestra ciudad, seguirá sufriendo y padeciendo las consecuencias de una nefasta gestión política.
