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Ante la aparición de los "drones", el futuro de la aviación no tiene piloto

la verdad de lanzarote  |  19 de enero de 2013 (08:35 h.)
JOSÉ ANTONIO CABRERA. ASSOPRESS: Según Ginés Soriano, “El Ejército del Aire debe empezar a pensar en un futuro con aviones no tripulados”. Lo afirmó hace unos días el ministro de Defensa, Pedro Morenés, en una entrevista, y con ello, involuntariamente o no, abrió la puerta a varias cuestiones. La primera: ¿aún no es consciente el Ejército del Aire de que el futuro pasa por losdrones? La segunda: ¿todavía no ha comenzado el Ministerio a dictar instrucciones para procurarse una tecnología tan trascendental? Y, derivada de las anteriores: ¿está haciendo España lo suficiente para el desarrollo de este tipo de sistemas de defensa?



Estos aviones no tripulados hacen blanco constante en poblaciones de otros países.

 

Según Ginés Soriano, “El Ejército del Aire debe empezar a pensar en un futuro con aviones no tripulados”. Lo afirmó hace unos días el ministro de Defensa, Pedro Morenés, en una entrevista, y con ello, involuntariamente o no, abrió la puerta a varias cuestiones. La primera: ¿aún no es consciente el Ejército del Aire de que el futuro pasa por losdrones? La segunda: ¿todavía no ha comenzado el Ministerio a dictar instrucciones para procurarse una tecnología tan trascendental? Y, derivada de las anteriores: ¿está haciendo España lo suficiente para el desarrollo de este tipo de sistemas de defensa?

España, como el resto de países de su entorno, ya cuenta con aeronaves de este tipo, algunas de las cuales llevan un tiempo operando en misiones reales, como la de Afganistán. Pero lo que ahora comienza es el verdadero desarrollo de los grandes sistemas aéreos sin tripulación (UAS) -incluidos los preparados para el combate directo, y no solo para las actuales tareas de vigilancia o para los llamados “ataques quirúrgicos”-, y su despliegue en el espacio aéreo convencional.

EE UU, como acostumbra, lleva la delantera. Está previsto que el Pentágono solicite en breve a la industria las primeras ofertas para la producción de un droneexclusivamente de combate; y su espacio aéreo está desarrollando una progresiva integración legal de los UAS que deberá estar totalmente definida en septiembre de 2015, según la ley promulgada hace ya un año para la reforma y la modernización de la Administración Federal de Aviación (FAA).

Europa, entre tanto, trata de no quedarse muy atrás. Aunque de hecho lo sigue estando. A principios del mes pasado voló el primer prototipo del viejo continente concebido exclusivamente para el combate, el Neuron. Pero no es un sistema diseñado como un fin en sí mismo, sino que persigue procurar la experiencia suficiente para que Europa cuente en el futuro con sus propios UCAV (siglas en inglés de vehículo aéreo de combate sin tripulación). Casi al mismo tiempo, casualmente, en EE UU se están iniciando las pruebas sobre portaaviones de un avión de combate no tripulado y autónomo capaz de operar desde estos buques (el X-47B). La comparación deja claro en qué lugar se encuentra cada uno.

En todo caso, el proyecto europeo, del que forma parte España junto a Italia, Suecia, Suiza y Grecia, bajo el liderazgo de Francia, es un paso fundamental para que los aviones de combate sin piloto operen un día en las fuerzas aéreas de distintos países europeos. Muchos expertos fijan ese momento en torno a 2030.

Algunos países, como Polonia, ya planean incluso dónde darían servicio sus futuros sistemas. De cumplirse sus expectativas, los treinta drones de combate que previsiblemente adquirirán los polacos sustituirán a sus 38 viejos cazas de fabricación soviética Su-22 y operarán desde la base del noreste del país donde ahora se encuentran éstos.

Polonia es de los pocos países del continente que, pese a la coyuntura económica, no sólo no reduce sus presupuestos militares, sino que los está aumentando. Aún así, habrá que esperar a ver en qué queda un proyecto que se limitaría a la compra de desarrollos externos.

Francia y Gran Bretaña, en cambio, ya llevan un tiempo trabajando en sus propios UCAV, aunque siempre a gran distancia de los desarrollos norteamericanos. Estos dos países, en todo caso, siguen las pautas marcadas por los expertos, que consideran el desarrollo de programas de vehículos aéreos sin tripulación, incluidos los de combate, como una estrategia fundamental para mantener las habilidades y las capacidades de la defensa aérea europea más allá de la actual generación de cazas tripulados Gripen,Rafale y Eurofighter Typhoon.

También se trabaja en Europa, a un ritmo distinto al norteamericano, en la integración de los UAS dentro de su espacio aéreo. El pasado verano la UE creó un grupo de trabajo encargado de que sus cielos comiencen a abrirse en 2016 a las operaciones de las aeronaves civiles sin tripulación y de que en 2020 ya puedan operar completamente.

Son pasos hacia una tecnología que va a cambiar el paisaje aéreo de los próximos años, y también resulta clave para la recuperación de la industria aeroespacial.

Se calcula que el desarrollo y venta de drones moverá en la próxima década en torno a 60.000 millones de euros, o incluso mucho más. De esa cantidad, 10.000 millones se generarán en Europa. ¿Y en España? Dependerá en gran medida de las iniciativas que acoja Defensa. Las palabras del ministro en el diario ABC exhortando al Ejército del Aire a plantearse un futuro con aviones no tripulados no animan mucho a pensar que ya se esté preparando suficientemente la nueva tecnología. Menos aún si se tiene en cuenta el contexto de severos recortes que atraviesan los programas militares españoles.

En el equipamiento militar nacional ahora se está procurando ante todo mantener lo que se tiene, e incluso se está prescindiendo de algunos sistemas que aún podrían resultar útiles (los planes para dar de baja el portaaeronaves Príncipe de Asturias es un buen ejemplo de ello), pero no conviene perder de vista la necesidad de prever algunos nuevos sistemas, muy distintos a los que se han conocido hasta ahora, y cuya disponibilidad resultará imprescindible para mantener una concordancia mínima con las fuerzas del entorno. Los UAS son el mayor ejemplo de ello.

Si de verdad la defensa española se encuentra tan detrás en estas tecnologías como parece indicar la frase de Morenés, no hay más tiempo que perder en buscar proyectos, ideas y personas que lideren esas iniciativas. Ellos pilotarán el futuro de los aviones sin piloto.