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El mito de Suárez y la Transición

laverdaddelanzarote.com  |  25 de marzo de 2014 (10:39 h.)
Jorge Ancor Dorta

JORGE DORTA "ANCOR" - MENCEY MACRO

El mito de Suarez y la Transición

 
Decia Murray Rothbard que "no es un crimen ser un ignorante en ciencia económica, que es, después de todo, una disciplina especializada, además considerada por la mayor parte de la gente como una ciencia lamentable. Pero sí es totalmente irresponsable tener una opinión radical y vociferante en temas económicos mientras que se está en ese estado de ignorancia".
 
Lo mismo podemos aplicar a la ciencia política y a los procesos de transformación y cambios sociales. De hecho, en mi opinión, para poder tener una opinión medianamente válida en temas económicos hay que conocer no solo la ciencia económica sino también su interrelación con la política y como ambos, junto con aspectos culturales, confluyen para generar coyunturas y procesos de transformación y cambio que o bien son aceptados produciendo el avance a través de la destrucción creativa o bien son negados produciéndose miseria, incremento de las desigualdades sociales y estancamiento.
 
Es desde esta óptica global desde la que yo analizo la transición española, para muchos ejemplo a seguir por su talante y su caracter conciliador, continuista y no rupturista. Para mi, por el contrario, es precisamente un ejemplo a evitar. 
 
Adolfo Suárez González, Torcuato Fernández Miranda y Manuel Gutiérrez Mellado, tres hombres clave en el timo de la Transición
La reciente muerte de Adolfo Suarez ha servido de excusa para volver a mitificar esa transición moderada en un momento en el que los abusos de la élite política y económica demandan cualquier cosas menos una solución moderada.

Como dije en un articulo titulado hasta las narices de la generación de la transición;
Nos quieren vender que hicieron milagros, pero en realidad lo que hicieron fue unos pactos más que discutibles. No fue para tanto. Franco murió tranquilamente en la cama. No fue derrocado. Quizás hicieron lo que pudieron y no podían hacer más, de acuerdo, pero tengan la humildad de reconocerlo y dejen de intentar vendernos la moto. 
Realmente la transición fue la forma de asegurar la continuidad y la supervivencia de las élites extractivas. No hubo ruptura clara y definida, sino continuidad legal. No se hizo justicia, no se pidió perdón, no se distribuyó el poder económico y político de forma amplia, permitiendo que este siguiera concentrado. 
El resultado es que se permitió la permanencia en el poder de las familias tradicionales que se habían enriquecido ilegitimamente con el régimen. De aquellas lluvias vienen estos lodos.
 
No es que haya vuelto el franquismo con el Partido Popular, en realidad nunca se fue. Si miramos en Canarias a los "apellidos ilustres", en su gran mayoría hicieron su fortuna ilegitimamente durante el franquismo y el tardofranquismo y actualmente son los herederos familiares, sociológicos y administrativos del franquismo, mal llamados "nacionalistas" que, desde la UCD y a través de las agrupaciones insulares, han confluido en Coalición Canaria.
 
No niego que en la Transición se consiguieran algunas conquistas, pero ¿a que precio? ¿al precio de la impunidad para el ladrón que se había enriquecido ilegalmente, del asesino que había recibido regalías del Régimen o del corrupto extractor de rentas?. Se consiguieron algunas conquistas sociales que fueron "consolidadas" mediante los compromisos internacionales de España a su entrada en la Unión Europea, pero la base de poder y la filosofía detrás del poder quedó inalterada en su esencia.
 
Una filosofía extractiva-oligarquica que hunde sus raices en el sistema de la Casa de Contratación de Indias, la trata ilegal de esclavos en Cuba - origen de muchas de las grandes fortunas españolas - y mantenida mediante la Inquisición. Ese es el verdadero espíritu y esencia del pueblo español.
 


 
Suarez era manipulable y lo movieron, especialmente el hombre de gris y cerebro de la Transición, Torcuato Fernández Miranda, que hizo que todo cambiara para que nada cambiara. La Transición española no es más que la supervivencia de la casta, de la oligarquia. 
 
Una de las frases célebres de Adolfo Suarez fue "Pertenezco por convicción y talante a una mayoría de ciudadanos que desea hablar un lenguaje moderado, de concordía y conciliación". Ese fue el espíritu de la Transición y ahora una amplia parte de la sociedad española y canaria demanda lo mismo y, por tanto, está a punto de cometer el mismo error que entonces. Quizás no entiendan que las libertades no son gratis ni son otorgadas, tienen un precio y han de ser conquistadas.
 
Modelo base de Acemoglu y Robinson modificado por elaboración propia
 
Si entendemos el proceso de transformación social expuesto en el gráfico, tomando la base el modelo de Acemoglu y Robinson y complementando con el efecto de las instituciones culturales en la acción colectiva, entenderemos el porque la Transicion española fue un error y por qué soluciones graduales y no rupturistas tan solo cambian todo para que nada cambie. Sin una redistribución del poder político y económico hacia el pluralismo, y una renovación cultural profunda no es posible una transición hacia un régimen más inclusivo y tan solo se da tiempo a una nueva captura del aparato del estado por parte de la oligarquía tradicional. 
 
Cubillo tras el atentado en Argel
Rodolfo Martin Villa, hombre clave de la transición y Ministro de la Gobernación durante el atentado a Cubillo. Con la "democracia" este hombre del "Aparato del Estado" ha ido ocupando puestos clave en los consejos de administración de las grandes multinacionales españolas
 
Pero Suarez fue algo más para Canarias, fue el presidente bajo el cual se cometió el crimen de estado del intento de asesinato de Antonio Cubillo siendo Martín Villa Ministro del Interior. Suarez también fue quien renunció a aceptar el ofrecimiento del Rey Hassan II para que los barcos canarios, por motivos históricos y geográficos pudieran seguir pescando en el llamado banco pesquero canario - sahariano. Su razonamiento fue que no se podía hacer esa distinción entre "españoles" alegando que los canarios entraran en el convenio con los mismo derechos que vascos, gallegos o andaluces, lo que originó el desguace de la flota pesquera canaria.
 
Adolfo Suarz y Hassan II
El presidente Adolfo Suárez observa el material incautado al Mpaiac tras la operación Estrella. Foto; la opinión
 
De dicho "affaire" sabe mucho el señor Olarte Cullen, ex presidente de Canarias y a la sazón asesor de Suárez, que ayudó a sus amigos armadores gallegos, posibilitando que la flota de pesca de Galicia (sobre todo la de cefalópodos) se matriculara en masa en el Puerto de la Luz y de Las Palmas, constituyéndose un auténtico "lobby" de armadores gallegos que pasaba por ser la "flota canaria de pesca".
 
Cuando le preguntaron a Suárez por qué no aceptó la oferta de Marruecos él respondió: "Alguien tiene que sacrificarse". Evidentemente España no sacrificó el expolio de los fosfatos de Fosbucraa por parte de empresas andaluzas y catalanes. La transición fue dejarlo todo atado y bien atado para la supervivencia de la oligarquía franquista agrupada en torno a la Casa Real. Pues eso.