Hubo un tiempo en que no ir a votar podía ser una respuesta politica. Un boicot bien organizado, que realmente sirviera para movilizar y socializar conciencias e incluso una visibilización cierta ante organismos o instancias internacionales, pudo haber tenido sentido en otro momento histórico pero, ¿estamos ahora en una coyuntura así?. En 40 años, los llamados a la abstención en nuestra tierra no han servido para nada, cero ha sido su rentabilidad política para nuestros objetivos y nula la posibilidad de asociar cabalmente los registros de esa abstención al anticolonialismo. Y si el resultado ha sido ese, si nadie en Canarias asocia la abstención más que con una suma de decenas de razones y no claramente con un repudio a las instituciones coloniales o peor, a participar políticamente en nada por un pasotismo existencial que también engloba comportamientos insolidarios, ¿a qué seguir en ese bucle?.

Quienes desde el Independentismo canario siguen abrazando esta abstención bajo argumentos políticos, deberían ser capaces de explicar qué horizontes y alternativas proponen, poner encima de la mesa los resultados de estas décadas atrás, a qué organismos internacionales han presentado o piensan presentar porcentajes de abstención que se dan con normalidad en la mayor parte de los países, pero sobre todo deberían explicar porqué se pronuncian así, mientras aplauden con las orejas que Independentistas de todos lados del planeta sí participen en elecciones de todo tipo.

Hijos de Canarias, defiende dar pasos hacia adelante, abandonar el inmovilismo estéril que tanto nos fue alejando de la realidad y los nuevos escenarios. Defendemos hacer las cosas de otra manera, salir del ostracismo, trabajar políticamente en vez de esperar milagros. 

Hijos de Canarias apoya los movimientos que tengan por objetivo a avanzar, por seguir sumando, por atrevernos a errar porque nos movemos y no porque nada hacemos, más que hablar o repartir Rh de buen independentismo que sin embargo han generado tanto daño, tanta derrota, tanta impotencia.

Ahora Canarias es un instrumento en construcción que seguro será muy mejorable con el tiempo, pero es los cimientos de una casa común anhelada y necesaria desde hace mucho. Ha aceptado el reto de presentar candidaturas para echar a andar y desde ahí ir a más, porque en cero ya estábamos. Votarlas es un acto patriótico sea cual sea el resultado porque, en unas elecciones donde haya candidaturas coloniales, que la nuestra sea unitaria y esté presente, ya es un avance que poco a poco tendrá la fuerza necesaria.

Sólo con un primer paso se hace camino en realidad. Sólo con palabras y gestos no se avanza. Sólo mirando desde la barrera lo que otros hacen no se consigue objetivo alguno. Toca votar y tras votar seguir trabajando, seguir uniendo, seguir haciendo patria.