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Bruno Perera

Las leyes españolas contra la violencia de género discriminan al hombre y no resuelve el problema

Activista Social

Bruno Perera | 24 de enero de 2019

discusion entre hombre y mujer

Sin ánimos de hacer con este artículo un estudio antropológico sobre la vida y los derechos del hombre y la mujer, para narrar mis ideas de una forma corta y sencilla, expongo lo siguiente: Hace decenas de miles de años cuando los humanos comenzaron a vivir en cavernas, en las comunidades primitivas, los hombres eran cazadores y pescadores que procuraban los alimentos de los animales que pescaban, y cazaban, y de los vegetales y frutas que recolectaban, etc.; y las mujeres tenían como obligación cuidar la cueva, educar y vigilar la prole, preparar los alimentos y hacer los vestidos, etc, de cuanto más fuera necesario para mantener funcionando el hogar. Pero quien mandaba en la familia era el hombre, “el macho cargado de testosterona natural, igual que los animales”.

Según fueron avanzando las sociedades primitivas, comenzó el hombre y la mujer a preguntarse: ¿Quiénes somos y por qué estamos aquí? De esa búsqueda sicológica y espiritual, empezó a surgir los chamanismos y las  religiones que con el correr del tiempo dieron paso a que se creara un sistema educativo religioso cual daba la potestad al hombre, y a la mujer la relegaba a segundo plano. Sin ir muy lejos, dice – Génesis 1:26-27:

Y en el sexto día, después de haber creado todo lo demás, Dios formó al primer hombre del polvo de la tierra. Entonces sopló aliento de vida en el hombre Y el hombre se convirtió en un ser viviente. Dios lo llamó Adán. Y de la misma carne del hombre, Dios creó a la primera mujer. Adán la llamó Eva. Y Adán y Eva eran distintos al resto de la creación, porque Dios los había creado en Su propia imagen.

Este versículo de la Biblia pone a la mujer como hechura de una parte  de la carne y huesos del hombre, y por causa de esta mención religiosa se ha inculcado a través de varias generaciones que la mujer pertenecía y pertenece al hombre como una propiedad. Algo que actualmente en la vida cotidiana de las sociedades modernas está abolido, pero todavía no en la Biblia.

Desde esas épocas primitivas hasta no hace más de unos 50 años, el hombre ha venido ejerciendo su poder sobre las mujeres; -y mientras en los hogares familiares la madre educaba a los hijos e hijas-, el padre representaba al ogro feroz cual la madre usaba como amenaza de castigo diciéndoles a los hijos e hijas que si no cumplían con sus obligaciones diarias cuando su padre regresara de sus labores externas, los reprendería con escarmientos físicos.

Los Orígenes del Feminismo Histórico (1789-1870). Información recopilada de Internet.

En el Antiguo Régimen la desigualdad jurídica de los miembros de la sociedad era la norma. Nobles y clérigos gozaban de privilegios (exención fiscal, monopolio de los altos cargos públicos, leyes y tribunales especiales) vedados a la gran mayoría de la población (el tercer estado o estado llano). La ausencia de derechos políticos (voto) y libertades (expresión, reunión, religión) era otra característica clave del Antiguo

Régimen. En el caso de las mujeres, la mitad de la población, a todo lo anterior se le debía unir su función social circunscrita a lo doméstico, a las labores de la casa, de la procreación y del cuidado de los hijos; y su subordinación legal al hombre, padre o esposo.

La Revolución Francesa (1789) y las demás revoluciones liberal-burguesas plantearon como objetivo central la consecución de la igualdad jurídica y de las libertades y derechos políticos.

Pronto surgió la gran contradicción que marcó la lucha del primer feminismo: las libertades, los derechos y la igualdad jurídica que habían sido las grandes conquistas de las revoluciones liberales no afectaron a la mujer. Los "Derechos del Hombre y del Ciudadano" que proclamaba la revolución francesa se referían en exclusiva al "hombre" no al conjunto de los seres humanos.

A partir de aquel momento, en Europa Occidental y Norteamérica se inició un movimiento, el feminismo, que luchó por la igualdad de la mujer y su liberación. Durante ese período,  el principal objetivo del movimiento de las mujeres fue la consecución del derecho de voto. Nacía así el movimiento sufragista.

"El feminismo ha sido, como movimiento social, una de las manifestaciones históricas más significativas de la lucha emprendida por las mujeres para conseguir sus derechos. Aunque la movilización a favor del voto, es decir, el sufragismo, haya sido uno de sus ejes más importantes, no puede equipararse sufragismo y feminismo. Este último tiene una base reivindicativa muy amplia que, a veces, contempla el voto, pero que, en otras ocasiones, también exige demandas sociales como la eliminación de la discriminación civil para las mujeres casadas o el acceso a la educación, al trabajo remunerado (...)"

Ver enlace para comprobar lo que han leído:.

http://www.historiasiglo20.org/sufragismo/origfem.htm

Según la información que encuentro en Internet, la violencia de género tiene varias definiciones. (1). Actualmente se entiende por violencia de género cualquier acto violento o agresión, basados en una situación de desigualdad en el marco de un sistema de relaciones de dominación de los hombres sobre las mujeres que tenga o pueda tener como consecuencia un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas de tales actos.

(2).También se considera violencia de género cualquier acto violento físico o psicológico ejercido contra cualquier persona o grupo de personas sobre la base de su sexo o género que impacta de manera negativa en su identidad y bienestar social, físico, psicológico o económico. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, el término se utiliza «para distinguir la violencia común de aquella que se dirige a individuos o grupos sobre la base de su género», constituyéndose en una violación de los derechos humanos; tal enfoque es compartido por Human Rights Watch en diversos estudios realizados durante los últimos años.

Por cuestiones de educación religiosa y por la fuerza de la testosterona, en España hasta hace unos 45 años el machismo era la forma que imperaba en la mayoría de los hogares, fueran de familias pudientes o pobres, y el abuso contra las mujeres estaba fundamentado en que la mujer debía ocuparse de la familia y la casa sin derecho a participar en sufragios y tampoco a poder estudiar lo que deseara y/o trabajar donde quisiera, amén de otras desigualdades que padecían por causa de lo que el hombre había heredado de la naturaleza y de lo que la sociedad patriarcal y matriarcal le habían inculcado. Pero poco a poco llegó el feminismo que reivindicó la igualdad de género. Y entre todo este conflicto reivindicativo, las mujeres  han podido ganar la igualdad en educación, en sufragios y la casi semejanza en el derecho a ocupar un puesto de trabajo, y también a ser consideradas como seres creados iguales al hombre y con los mismos derechos humanos.

Pero sin embargo en nuestra sociedad actual por causas diversas, las leyes que se han elaborado y aprobado para cuidar que las mujeres no sufran violencia de género, no están funcionando al 100% como se desea, porque no son equitativas con ambas partes, y por razón de que esas leyes fueron mal hechas y a la prisa por partidos políticos que deseaban cuanto antes captar el voto feminista y femenino, donde en las mismas reivindicaciones y tiempo también han participado los grupos de LGTB+, y por culpa de todo este lío de tantas reivindicaciones que se hacen al mismo tiempo, estamos en un embrollo que aún no deja que se consiga una solución que sea estable para las partes afectadas por la violencia de género.

Es verdad que psicópatas y machistas y no machistas que se les han cruzado los cables mentales por varias causas han asesinado en España y en otras naciones a miles de mujeres, e incluso a sus hijos, y también a veces ellos mismos se han suicidado, sobre todo por celos, por temer perder a sus hijos y/o cuanto poseían; como por ejemplo su hogar su posición social, etc.

Asimismo han habido mujeres que han asesinados a sus maridos por varios conflictos que se han fomentado en la convivencia entre pareja que han estado relacionados con los malos tratos,  infidelidad, o por desear formar pareja con otro u otra, etc.

En España no solo las parejas compuestas de nacionales sufren violencia de género, pero si son las mujeres españolas las que presentan más denuncias porque saben que las leyes españolas las amparan, y que aun siendo un riesgo denunciar, pueden sobrevivir a los malos tratos separándose del agresor maltratador.

El trauma del maltrato machista y feminista, incluso estando las/os extranjeras/os igualmente amparadas/os por las leyes españolas contra la violencia de género, también se da con bastante frecuencia entre esas parejas; pero resulta que las mujeres y hombres residentes de diversas nacionalidades y de diversas religiones, como pueden ser: musulmanes, hindúes, judíos, chinos, etc, cuando son maltratadas/os, no denuncian porque sus costumbres se lo prohíbe, (solo unas/os pocas/os denuncian); y asimismo en lo que se refiera a las mujeres que pertenezcan a una de estas religiones mencionadas, etc, al dedicarse la mayoría a las labores de la casa y su familia, no se atreven denunciar malos tratos por temor a sufrir repudio de su familia, e igualmente quedarse sin una forma de cómo sobrevivir cuando le falte la manutención que recibe de su marido o compañero.  (En otras palabras, la mujer y el hombre extranjero en España, tienen la misma protección legal, pero sus mentalidades los mantienen presos sicológicamente de sus tradiciones machistas y de mujer esclava).

Y en todo este trauma social y sicológico de violencia de género que viene ocurriendo desde hace muchos años, urge que se revisen las leyes actuales porque como sabemos con las leyes habidas tal violencia no ha mermado por causa de que esas leyes no son equitativas porque protegen a la mujer antes que al hombre, donde en la mayoría de los casos el hombre que es desahuciado de su casa, que pierde a sus hijos, su propiedad de hogar, e incluso a veces hasta la cordura, llegando a un momento donde termina asesinando a su ex pareja, a sus hijos y suicidándose él mismo.

Las denuncias de maltrato que haga una mujer con argumentos y pruebas contra su pareja, no deben ser más creíbles ni deben ser más importantes que las que haga un hombre maltratado por su pareja en iguales condiciones con argumentos y pruebas. La igualdad y la equidad debe ser la base que regule un conflicto entre dos personas que comparten como dúo su tiempo y su hogar. Contrario este conflicto que debe mermar, no lo hará y seguirá habiendo asesinatos de mujeres y hombres por culpa de políticos que por temor de perder o ganar menos votos no se atreven revisar  y ajustar a la realidad las leyes habidas contra la violencia de género.

Y en esa búsqueda por la igualdad no se debe subvencionar a ONG feministas que actúan como partidos políticos o que son plataformas dedicadas a captar mujeres maltratadas o supuestamente maltratadas que denuncian sus casos, porque dichas ONG complican y enredan con sus intervenciones y denuncias falsas y/o interesadas, que dan lugar a que el verdadero propósito de las leyes contra la violencia machista o feminista no consiga una solución equitativa para la pareja afectada.

La defensa de las personas maltratadas por la violencia de género, femenino o masculino, debe ser representada y analizada por (agencias sociales) que dependan de entes políticos y judiciales creados por el Estado, y no por ONG que se nutren económicamente de las tantas denuncias, (cuanto más mejor) que presentan, ellas las feministas y sus correspondientes aliadas/os, algunos partidos políticos y LGTB+.

Nota. El juez Francisco Serrano, rompe el silencio.

Denuncia que: la Ley sobre Violencia de Género discrimina al hombre

http://www.forumlibertas.com/hemeroteca/un-juez-denuncia-la-realidad-la-ley-sobre-violencia-de-genero-discrimina-al-hombre/

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