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NACIÓN ANDALUZA: Nuestro objetivo es la constitución de una Andalucía Soberana e Independiente

laverdaddelanzarote.com  |  26 de octubre de 2013 (16:32 h.)
NACIÓN ANDALUZA

LA VERDAD DE LANZAROTE ha entrevistado a Carlos Ríos, el Coordinador Nacional de la organización política independentista y socialista, NACIÓN ANDALUZA, formación ésta que desde la década de los 90 lucha por "la liberación nacional y social" de Andalucía. Durante la interviú, se han recordado elementos comunes entre Canarias y Andalucía, ambos territorios conquistados a los que han "robado" su lengua y se les "ha negado como pueblos".

 

  1. NACIÓN ANDALUZA considera que Andalucía es "un pueblo colonizado y ocupado militarmente desde hace 800 años...". ¿Cuáles son los objetivos de este Grupo Soberanista?

Nación Andaluza es una organización política que nace en el año 90 del pasado siglo. Es una organización política independentista y socialista, cuya meta es lograr la liberación nacional de nuestro País y la liberación social de nuestro Pueblo. En nuestro seno trabajamos conjuntamente marxistas-leninistas, militantes de influencias libertarias, sindicalistas, activistas por los derechos humanos... Retomamos la forma de acción política de Blas Infante, que trabajaba conjuntamente con libertarios y socialistas andaluces con el objetivo común de la liberación de Andalucía.

Nosotros aspiramos a la constitución de una Andalucía soberana e independiente. Entendemos que la independencia de Andalucía es un paso imprescindible en la resolución de los problemas económicos y sociales que estructuralmente azotan a l@s andaluces/zas. Especialmente como cuando, en estos momentos, aparece una crisis económica capitalista. Luchamos por una Andalucía en la que las clases populares, en particular el Pueblo Trabajador Andaluz, sean dueños reales de su tierra, las riquezas que contienen y los medios de producción para obtenerlas. Una Andalucía dirigida por la mayoría de l@s andaluces/zas, en la que el pueblo andaluz pueda tomar las riendas de su destino individual y colectivo en todos los ámbitos de la existencia.

- España ha falseado la Historia y la Cultura de Andalucía

 

  1. "Las señas de identidad del pueblo andaluz son ocultadas y agredidas por la imposición de una castellanización socio-cultural que discrimina a la lengua andaluza". ¿Son muchos los ejemplos de este atentado cultural?

Lamentablemente, sí. No podía ser de otra forma si tenemos en cuenta el carácter colonial de nuestro país. Este fenómeno posee una doble vertiente que hay que analizar. Por una parte, el ocultamiento de nuestra cultura y, por otra, la folklorización de la misma.

Se ha producido la negación, por ejemplo, de nuestra historia. Se han ocultado sistemáticamente aquellos momentos de nuestra historia que l@s andaluces/zas podemos tomar como referentes positivos. En contraste con la situación actual de dependencia política, subdesarrollo económico y alienación cultural brutal que interesa a Madrid, Bruselas y Washington. Es sintomático que desde la primera civilización existente en el solar andaluz hace más de tres mil años, Tartessos, hacer un recorrido por la historia de Andalucía es encontrarse con teorías que siempre asocian etapas brillantes de nuestra historia con la influencia determinante de pueblos foráneos. En nuestra tierra, cuando ha existido una época de esplendor siempre hay historiadores del oficialismo que lo achacan a elementos externos. Se produce una negación, nada inocente, de la capacidad de los habitantes de esta tierra para generar por si mismos estadíos de desarrollo material y humano por encima de los que nos ha ofrecido históricamente el estado español en cualquiera de sus formas. Eso explica que hechos como el ejercicio de resistencia continuada planteado por los moriscos tras la conquista de Granada en 1492 hayan querido ser neutralizados por el españolismo diciéndole a l@s andaluces/zas que nosotros somos descendientes de los pueblos del norte. Negando así un episodio de resistencia popular andaluza que durante tres años (1568-1571) puso en jaque al ejército más poderoso de la época, el de Felipe II.

Tomemos otro caso concreto: la Constitución Andaluza de 1883, también conocida como Constitución de Antequera por ser en esta ciudad donde se firmó, de la que celebramos su 130º aniversario en estos días. Este proyecto de Constitución que se fundamentaba en la soberanía política plena de Andalucía y fue aprobado por los federales andaluces es totalmente desconocido en las facultades de derecho y ciencias políticas de nuestro país. En la propia ciudad de Antequera este texto constitucional tenía una efigie levantada en su memoria que ha sido sustituida por la estatua de un militar conservador español del siglo XIX. Eso es lo que se hace con nuestra historia.

Hablaba hace un momento de un proceso de folklorización de la cultura andaluza. Nuestra cultura ha sido víctima de una deformación interesada de algunos de sus elementos para generar una pretendida “culturilla” o “cultura española”. El carácter plurinacional del estado español requería de algunos elementos comunes que ejercieran de unificadores de todos los pueblos bajo su yugo y muchos de estos elementos se cogieron de la cultura popular andaluza, deformándolos. Esta deformación, especialmente practicada durante el régimen franquista, se origina con la necesidad de construir un modelo de estado-nación burgués en el siglo XIX. Durante la II República Española ya comenzó a despegar una industria cinematográfica en la que el andaluz aparecía tipificado conforme a los tópicos al uso. Y fue el franquismo quien desarrolló esta práctica en toda su amplitud, primero como una forma de ofrecer algo de espectáculo que mitigara los dolores producidos por la carnicería del nacionalismo español durante la Guerra Civil, luego como una forma de atraer al turismo y sus divisas que el ministro Fraga supo utilizar hábilmente.

Si nos referimos a la modalidad lingüística andaluza, observaremos que se producen los dos fenómenos, ocultamiento y folklorización. Hablar andaluz es objeto de marginación por parte de los poderes establecidos, que lo identifican con gentes poco instruidas, en una evidente asociación de andalú con Pueblo Trabajador Andaluz y por consiguiente con las condiciones de supeditación en las que Andalucía se inserta en el conjunto estatal y mundial. Es frecuente que cuando vemos en los medios a alguien que habla en andaluz, éste ocupe un rol folklorico (en el caso de hablantes que sesean) y/o de supeditación al detentador de poder en ese contexto.

Por otra parte se produce un ocultamiento. Expresiones lingüísticas andaluzas como el ceceo o el heheo sufren una estigmatización brutal que los hacen prácticamente desaparecer no solo de los medios de comunicación estatales sino, lo que es más grave, de los medios de comunicación autonómicos. Medios pagados con el dinero de tod@s l@s andaluces/zas en los que se sigue identificando hablar andaluz con personas incultas o poco instruidas. Tal marginación que hoy se produce por medio de mecanismos muy sofisticados, antaño se hacía de forma mucho más expeditiva. La antigua lengua romance andalusí, el aljamía, fue prohibida bajo pena de galeras en el siglo XVI, tras la conquista de Andalucía por Castilla, hasta hacerla desaparecer. En el pasado siglo XX, el 23 de noviembre de 1925, se celebró en Andalucía «la cruzada del bien hablar», por nuestra resistencia lingüística inconsciente a hablar lo que se considera «lengua española» . Esto no tienen mayor justificación que nuestra situación como pueblo colonizado.

En este sentido podemos hablar también del Flamenco. Una expresión cultural andaluza completa, a través de la cual se pueden seguir los hábitos, vivencias, ideologías o hechos históricos de nuestro pueblo y que ha sido manoseada y folklorizada hasta la náusea por el nacionalismo español para vender el “Spain is different” del franquismo tardío.

En cuanto a la castellanización, podemos hablar del caso de las “Tomas”. Unas celebraciones que se han impuesto en pueblos y ciudades de toda Andalucía donde el hecho a festejar es la conquista de nuestra tierra por parte de las tropas castellanas. Estas fiestas, impuestas por el poder constituyen una ostentación de Andalucía como nación ocupada militarmente por el imperio español. Se pasea y ondea el pendón de los reyes de Castilla y Aragón, se jura por España y por sus «reyes católicos». Llevamos años luchando contra estas “celebraciones” porque creemos que ningún pueblo debe celebrar su propia derrota ante la apatía de la izquierda estatalista, que prefiere mirar para otro lado porque su modelo de estado es en esencia similar al de la derecha: un estado español.

  1. Desde 2004, NACIÓN ANDALUZA no ha concurrido a ningún proceso electoral, defendiendo siempre la ABSTENCIÓN. ¿Por qué?

No es del todo cierto que no hayamos concurrido a ningún proceso electoral. Desde la creación de Nación Andaluza en el año 90 del pasado siglo se realiza una apuesta por la participación en las elecciones como una forma de dar a conocer un proyecto nuevo, en el que se habían aglutinado sectores radicalizados del nacionalismo andaluz así como gente que venía de las organizaciones de la extrema izquierda (PTE-PTA, ORT, MCE-MCA...). Un proyecto que reclamaba la independencia y el socialismo para Andalucía. A principios del siglo XXI y tras la experiencia fallida de Asamblea de Andalucía se comienza a hacer una reflexión sobre esta consideración táctica y se llega a la conclusión de que está agotada en sí misma y por las condiciones en que el proceso electoral se da en la “democracia” española.

A partir de entonces nos planteamos que el proceso debe pasar por crear poder popular desde abajo, desde los barrios y los pueblos y, a partir de ahí, participar en principio solamente en los comicios municipales como una nueva forma de abordar nuestra intervención en la política institucional.

- El objetivo es la República Andaluza de Trabajadores

 

4) La creación del Movimiento Andaluz de la Izquierda Soberanista (MAIS), ¿es un paso más hacia la constitución de la República Andaluza?

El MAIS es el órgano de coordinación de la izquierda soberanista vigente en la actualidad. Creado hace un par de años, es un nuevo intento de coordinar las organizaciones que luchamos por la liberación de Andalucía. No es la primera experiencia en este sentido pero está siendo la más estable y la más madurada.

Para Nación Andaluza el MAIS es un paso necesario, imprescindible, para conseguir la libertad de Andalucía, que sólo se plasmará en una República Andaluza de Trabajadores/as. No es previsible, ni conocemos muchos casos en la historia, que una sola organización de la izquierda soberanista pueda por sí misma conseguir la liberación de un pueblo. Para ir construyendo contrapoder popular hemos de ir estableciendo alianzas. En primera instancia, entre las organizaciones y militantes independentistas y soberanistas andaluces/zas como primer núcleo que continúe aglutinando gentes en pos de la república andaluza. En este sentido el MAIS es fundamental.

Otra cosa son los ritmos del proceso. Desde Nación Andaluza observamos que el MAIS va demasiado despacio mientras España y el Capital continúan avanzando y hundiéndo al Pueblo trabajador Andaluz cada día un poco más. Pero en este caso el MAIS es un proyecto colectivo que debe de adecuarse a los ritmos políticos de todas las organizaciones participantes y Nación Andaluza está dispuesta a esperar. Aunque nuestra voluntad sería avanzar más rápido.

- Canarias y Andalucía son dos pueblos brutalmente conquistados

 

 5) Relaciones con el Soberanismo Canario.

Las relaciones orgánicas con el soberanismo canario han sido puntuales. Con organizaciones como el F-SOC, Azarug, UP... Ha habido contactos, pero faltos de estabilidad.

Sin embargo, para la izquierda soberanista andaluza el caso canario es, salvando las distancias, muy parecido al andaluz, ya que hemos sido dos pueblos conquistados, sometidos a una alienación cultural brutal, nos han robado nuestra lengua, se nos ha negado como pueblos -argumentando que nuestras poblaciones originarias fueron expulsadas o asesinadas- y en la actualidad sufrimos una terciarización económica brutal asociada a la destrucción de nuestro medio natural. También hay elementos comunes, como la celebración de la conquista de nuestros pueblos y ciudades, en los que observamos  la experiencia de lucha contra estos festejos de la izquierda soberanista canaria como una referencia válida para la oposicióna estas celebraciones en Andalucía..

  1. Fecha fatídica: el 12 de octubre... Conquista primero de Andalucía, luego de Canarias, y finalmente el genocidio de América

 

En Andalucía tenemos un 12 de octubre particular, el 2 de enero. Este día se toma la ciudad de Granada, rendida a las tropas castellanas, culminando así la conquista de Andalucía. A partir de entonces las puertas estaban abiertas al proceso que comienza con el 12 de octubre. De una forma general, Marx se refería al periodo inmediatamente posterior a la conquista peninsular por parte de la nobleza castellana así: “El descubrimiento de los yacimientos de oro y plata en América, el exterminio, la esclavización y el sepultamiento de la población indígena en las minas... Estos momentos idílicos constituyen los momentos fundamentales de la acumulación originaria.” Desde el punto de vista geopolítico, difícilmente el imperio castellano hubiera podido tomar por asalto el continente americano sin la conquista del territorio andaluz y canario. Desde el punto de vista económico y poblacional tampoco, sin los contingentes que aportaban los territorios recién conquistados de Andalucía y Canarias y cuya población había que  expatriar. Para comprender estos “momentos fundamentales de la acumulación originaria” capitalista que señala K. Marx deberíamos añadir una fase previa y necesaria: la fase que ocupó la conquista de Canarias y Andalucía, con los consabidos sometimiento y esclavización de estos pueblos.

El 2 de enero Andalucía perdió su último estado soberano. Recordemos que Granada fue entregada a Castilla en virtud de un pacto (las llamadas Capitulaciones) entre dos estados, el castellano y el granadino. Esas capitulaciones no se respetaron y lo que vino después fue el aplastamiento y la desvertebración económico-social. Hoy se empeñan en decirnos que somos españoles y europeos a pesar de que las cifras de desempleo, precariedad laboral..., nos sitúan más cerca de la Franja de Gaza que de Euskal Herria, por ejemplo. Andalucía no forma parte de España ni de Europa, supuestas realidades colectivas igualmente inexistentes e impuestas, concebidas con el propósito de salvaguardar los intereses capitalistas. La geografía y el ecosistema andaluz se enmarcan dentro de un conjunto muy determinado, el mediterráneo occidental, y ésa es también la tipología y fronteras de afinidad histórica y étnico-cultural que siempre ha mantenido el Pueblo Andaluz, la dirección de interrelación social natural que ha conformado con otros pueblos.

Por último y con tu permiso, quisiera saludar al pueblo trabajador canario en el que ha sido el día de su bandera nacional, este 22 de octubre.