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A la Patriota y Mártir Doña Francisca Duque: su Legado continúa

| 13 de enero de 2013

El 2 de abril de 2008, el día amaneció más oscuro en Canarias: la eterna luchadora social, la "mujer pancarta", el azote de los políticos, la Gran Patriota, el símbolo de Vecinos Unidos y del Movimiento Vecinal Canario, la portaestandarte de la Bandera Nacional de las 7 estrellas, la sufrida Mártir Doña Francisca Duque (Paca para sus muchos amigos) había dejado de existir en este imperfecto mundo.

El 2 de abril de 2008, el día amaneció más oscuro en Canarias: la eterna luchadora social, la "mujer pancarta", el azote de los políticos, la Gran Patriota, el símbolo de Vecinos Unidos y del Movimiento Vecinal Canario, la portaestandarte de la Bandera Nacional de las 7 estrellas, la sufrida Mártir Doña Francisca Duque (Paca para sus muchos amigos) había dejado de existir en este imperfecto mundo. Se apagó su grito de guerra en defensa de su amada "Patria Canaria"; pero nació la Leyenda, y con ella el legado de una lucha en pos de la ansiada Unión Vecinal, verdadero germen de la Identidad Nacional.

Paca Duque, nacida en Tao (Teguise), en la década de los 90 se unió a la lucha social y vecinal de la mano del histórico e incombustible activista Montero Gabarrón, en la entonces Asociación de Vecinos "Tahiche Chico" en el Barrio arrecifeño de El Lomo. Del veterano luchador "y maestro" aprendió lo suficiente como para entender que Canarias se hayaba (y haya) inmersa en una espiral de corrupción y autodestrucción, cuyo principal responsable es la Casta Política... Tiempo después trabaría contacto con el gran Líder Vecinal Andrés Santana, con el que acabaría aceptando que el Archipiélago era un "virreinato" gobernado por "medianeros" de un Poder existente a 2.000 kilómetros de distancia.

Y nació la Leyenda. Todos recordamos a Paca Duque con su inseparable compañero Juan Villalba, ambos con camisetas en las que eran perfectamente visibles los sloganes referentes a los problemas que acuciaban a la isla: los peligros medioambientales del Vertedero de Zonzamas; la corrupción de las aguas del Charco de San Ginés; la petición de un centro para internamiento de extranjeros en Guasimeta; la exigencia de dimisión de los numerosos políticos corruptos en la isla; la lucha contra la proliferación de antenas de telefonía móvil en áreas urbanas... Eso sí, siempre iban ambos con su BANDERA NACIONAL CANARIA llevada al hombro por un pequeño mástil.

La retina aún guarda a la simpática y luchadora pareja, sentada a las puertas del Cabildo Viejo (Calle Real) con pancartas alusivas a la creación de un Centro de Acogida para Drogodependientes, y recogiendo firmas (consiguieron hasta 8.000) para tal fin. Y siempre hacían acto de presencia en todos los actos reivindicativos sociales (manifestaciones y concentraciones), con su Bandera Canaria al hombro, y con sus camisetas mostrando el mensaje que correspondiese al momento. Con el añadido de que Juan Villalba, su compañero, se había quedado ciego por una agresión, y Paca Duque se había convertido en su cariñoso lazarillo.

Paca Duque llegó a ser la Vicepresidenta del Movimiento Vecinal Canario. Acudía a todos los Plenos del Ayuntamiento de Arrecife y del Cabildo de Lanzarote, con su pancarta, sus camisetas y la Bandera Nacional como medio de protesta. Ello motivó que determinados políticos "metropolitanos" comenzaran a tenerla entre ojos... Pero eso no le importó nunca. Prueba de ello fue que publicó 4 libros, y el último de ellos fue dedicado precisamente a la clase política: "LOS LOBOS ANDAN SUELTOS".

Siempre con Andrés Santana, exploró el Movimiento Vecinal en Fuerteventura, "revolucionando" a la clase política de la isla majorera... Fue un miembro muy activo de COVEINCA (Confederación Vecinal Independiente de Canarias), y Miembro Honorario del Partido Soberanista VECINOS UNIDOS. Porque ella siempre creyó que sólo la Unidad Vecinal podía ser fundamental para que Canarias consiguiera ser Soberana.

Durante muchos años estuvo mandando ayuda a un grupo de 14 niños en la ciudad de Placetas, provincia de Villa Clara (Cuba), habitada en su mayor parte por descendientes de Tinajo: jabones, ropa interior, medicamentos, libros, libretas, lápices, gorras, etc. Y en agradecimiento, en la isla caribeña crearon la formación musical "Aldea de Tao" en claro homenaje a su procedencia (año 2000).

Fue su última lucha, "contra los ruidos en el centro de Arrecife", la que precisamente la llevó a la tumba. Se enfrentó a un local cuyos escándalos nocturnos no dejaban dormir al vecindario: la amenazaron en la propia puerta de su vivienda, y los politicuchos de entonces en Arrecife le dieron la espalda "una vez más". Se llegó a rumorear que esos mismos politicuchos tenían "intereses" en ese establecimiento. A partir de ese momento, su salud comenzó a resentirse.  Yo mismo fuí a visitarla al Hospital Insular, una semana antes del fatal desenlace, y me apretó la mano derecha pronunciando mi nombre... El resto es de todos conocido...

Apenas 3 días después de su fallecimiento, dos colectivos sociales pidieron al Ayuntamiento capitalino algo que consideramos de justicia: una calle con el nombre de la gran luchadora (en una ciudad donde aún predominan los apellidos de la Era Franquista). Sin embargo, aquellos politicuchos "metropolitanistas" que le dieron la espalda, hicieron caso omiso del clamor vecinal. Y así han pasado casi 5 años...

 Pero el Movimiento Vecinal no olvida. Vecinos Unidos, la formación política que llevó en su corazón, no olvida. COVEINCA no olvida. Y el Pueblo Lanzaroteño no ha olvidado. Así que esta semana que comienza volverá a EXIGIRSE en el consistorio capitalino que la Gran Patriota y Mártir Canaria tenga una calle con su nombre. Y ya no porque sea de Justicia. Es que Paca Duque es parte de la Historia de Canarias, lo que no son los General Goded, Primo de Rivera, Sanjurjo, Mola, Liebre, Mástil, y demás nombres que aperecen en los callejeros insulares...

 

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