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El debate ideológico todavía no toca

| 07 de enero de 2013

Tras los últimos acontecimientos dentro del campo nacional me veo en la necesidad de poner mi granito de arena en pro de un acercamiento entre los diferentes grupos que conforman el abanico político del Campo Nacional Canario. Porque una realidad existente es el enfrentamiento constante entre las diferentes organizaciones nacionales que solo lleva al desgaste y al debilitamiento colectivos.

Tras los últimos acontecimientos dentro del campo nacional me veo en la necesidad de poner mi granito de arena en pro de un acercamiento entre los diferentes grupos que conforman el abanico político del Campo Nacional Canario. Porque una realidad existente es el enfrentamiento constante entre las diferentes organizaciones nacionales que solo lleva al desgaste y al debilitamiento colectivos.

El enfrentamiento es profundo y solo se puede conseguir el entendimiento de una manera gradual en que se intenten obtener beneficios para las diferentes partes. Es más satisfactorio el beneficio que la confrontación política en un momento histórico como el actual que no beneficia a nadie sino debilita a las partes el mantenimiento de un conflicto ideológico totalmente ajeno a nuestra realidad social y geográfica y enquistado en el tiempo y que ha sido producido de forma artificial por elementos extraños cercanos al poder colonial de uno u otro signo ideológico.

Actualmente estamos en una situación de perder todo el mundo ya que la incapacidad de comunicación es tan grande que todas las partes pueden terminar igual o peor que cuando empezaron. Debemos concretar la estrategia a realizar, donde se imponga un debate sobre la manera más adecuada a llevar a cabo la actividad política porque éste es un beneficio mutuo, es decir, ganar ambas partes. A veces las negociaciones entre diferentes organizaciones políticas pueden ofrecer más posibilidades y se pueden encontrar soluciones más aceptables por existir un margen mayor para combinar los diferentes intereses. Las negociaciones se pueden hacer extraordinarias o habituales. La primera se puede hacer cada cierto tiempo y sin prioridad determinada. La segunda se puede dar de manera continuada o de forma frecuente o regular donde no se recoge nada por escrito y de forma verbal se transmiten sus resultados al resto del grupo. Conviene empezar designando un portavoz por cada grupo para exponer luego de manera sistemática los resultados ante el resto del grupo en el cual milite.

Se parte de situaciones divergentes ideológicamente en el caso de decidir negociar. Esa situación puede ser conflictiva o bien de lo contrario: de una disposición a la cooperación. Por tanto, las relaciones entre los miembros que negocian abren paso de intereses de muy distinta índole y por tanto requerirán estrategias y métodos diferentes.

Debemos tener en cuenta que la voluntad de superar un conflicto debe brotar de la convicción expresa de que la permanencia en ese conflicto y la hostilidad que genera son indeseables para todas las partes exceptuando el enemigo que las alienta. Por tanto, se espera superar el conflicto y a conseguir acuerdos beneficiosos para todas las partes.

A)     Identificar las causas del conflicto y hacer un análisis

B)      Buscar soluciones si no definitivas si satisfactorias que ayuden a resolver el problema principal y arreglos o entendimientos que ayuden a obtener y conseguir objetivos.

Aunque el debate ideológico ahora no toca sí toca acabar o aislar a los elementos que ponen freno a la natural concordia entre los patriotas que trabajan y luchan por la sagrada causa de la liberación nacional de nuestro pueblo.

Un saludo revolucionario. ¡Vivan las Canarias libres e independientes!

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