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Las estrellas y el campo

| 24 de febrero de 2013

Prohibido hacer nada de agricultura, tampoco la ganadería ni tocar la tierra, ya no se mira a las estrellas. Se pierde esa ciencia, que viene de muchos siglos atrás, de la mano de los guanches. Conocían la noche, hasta que el sol salía. También conocían las montañas, los barrancos; se supervivía.

Prohibido hacer nada de agricultura, tampoco la ganadería ni tocar la tierra, ya no se mira a las estrellas. Se pierde esa ciencia, que viene de muchos siglos atrás, de la mano de los guanches. Conocían la noche, hasta que el sol salía. También conocían las montañas, los barrancos; se supervivía. Conocían las leyes de la naturaleza con sus ciclos. Según el cielo, trabajaban y obraban en la tierra. Y según ello, sembraban, plantaban, cosechaban. Arriba estaban las cabrillas, el yugo y el arado, y el lucero del alba les hablaba. Ahora, ni cielo ni suelo, suspendidos en ambas geografías. El miedo, los para. Y están preocupados. Desorientados, Perdidos. No faltan los que consideran el suicidio. Se pierde una cultura, y nada va a quedar como herencia para el futuro. Lo tendrán que descubrir todo, sin maestros. El sol ya, no marca ninguna pauta. Andan sin orientación alguna. No se observa cambio, ni fin. Nublado y muy oscuro el tiempo que viene. Sin camino. Avanzamos hacia una catástrofe desconocida. ¿Cuánto tiempo, se va a mantener esta situación? ¿Veremos el final y cambio? Están destruyendo, lo que en siglos se ha mantenido..., cada campesino, un astrólogo era.

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