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Bentonio Ojeda Herrera

El esperpento de la administración colonial

Bentonio Ojeda Herrera | 01 de octubre de 2014

EL ESPERPENTO DE LA ADMINISTRACION COLONIAL

 

En días pasados por un problema que no viene a cuentos, tuve que solicitar un abogado de oficio, me presente en el Colegio de Abogados y allí me dieron una larga lista de documentos a presentar.

Hasta el momento todo bien, ahora llegan los problemas, con el asunto de la cita previa que tienes que solicitar por teléfono, Internet con la app especial para móviles, parten de la base de que tienes teléfono fijo o móvil, conexión a Internet, dinero para llamar desde una cabina, suponen de todo.

Otro de los problemas es que para obtener ciertos documentos antes tienes que presentar otros documentos que justifiquen que te den lo que solicitas y por supuesto, sin tener que pagar tasas o impuestos coloniales varios.

Voy a poner un solo ejemplo de vía crucis, voy a la oficina de empleo (no será de desempleo)  para desde allí solicitar una cita previa para dicha oficina, luego tengo que volver el día de la cita y solicitar el documento que me piden.

Ahora voy a la oficina de distrito del ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, pido de nuevo la cita previa que me costo un lió conseguir ya que además en este ayuntamiento si no tienes el nuevo DNI electrónico es casi imposible que desde las maquinitas te den la cita previa (imagino a mi madre que tiene el DNI antiguo y ya no lo renueva por la edad, vamos que no le sirve como ciudadana de Las Palmas de Gran Canaria), una vez obtenida la cita previa otra vez de vuelta a casa y a esperar, llega el día de la cita, te presentas y esperas y esperas y esperas (se fueron a desayunar) y una hora después te atienden (para que ponen la cita previa si tardan mas que antes).

La funcionaria te explica que además de los certificados de la oficina de empleo y de Hacienda si no vas a servicios sociales del ayuntamiento tienes que pagar 1,20 por uno de los certificados y 7,80 por el otro.

Te vas a servicios sociales, pides de nuevo cita previa (ya casi estoy por romper las maquinitas inútiles del inepto Cardona), vuelves el día de la cita, abren un expediente al que acompañan los certificados mencionados anteriormente y te dan un papel para que vayas a Caritas, allí la empleada de los curitas te da el dinero de los certificados y vuelta a empezar con la sita en las oficinas municipales.

Al fin tienes los certificados, pero antes has de volver a Caritas para demostrar que sacates los certificados y están pagados, sacan fotocopia al recibo y te mandan de nuevo a servicios sociales del ayuntamiento.

Ahora toca esperar la hora de la cita previa del Colegio de Abogados, allí me darán los teléfonos del abogado de oficio y del procurador, tengo que llamarlos para pedirles, no se lo imagina……………………………………….. UNA CITA PREVIA

Mi conclusión es que de verdad la administración publica por mucho que se informatice, por mucho que se modernice no avanza nunca para beneficio de los ciudadanos, no se para que pido un abogado de oficio si soy rico, llevo empleadas la tira de horas en gestiones, puedo perder el tiempo como me de la real gana y también pierdo montones de dineros en guaguas (propiedad municipal por cierto), bueno, en guaguas no perdí por que no tengo pero caminar, camine la repera, al final una cosa tengo que agradecer al Señor Cardona, su ineptitud logro que yo adelgazara unos kilitos.

Un consejo para algunos, vayan a visitar a sus madres, ayúdenle a bañarse, no pude evitar acordarme de ellas

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