08:30 h. jueves, 28 de marzo de 2024
Bruno Perera

El infierno no existe ni ha existido jamás

Activista Social

Bruno Perera | 25 de julio de 2022

Stairs leading to an abstract door wrapped in flames

Todas las religiones abrahámicas: la judía, la cristiana y la musulmana, ponen el Día del Juicio Final como una forma terminal del mundo humano. Y a seguir, dicen que habrá un Juicio Terrenal Celestial Único, donde todos los muertos volverán a la vida y serán juzgados por el supuesto Creador Religioso, “según los pecados que cada humano haya cometido”.  Nota. (Religiones abrahámicas son todas las que derivan de las enseñanzas del Patriarca Abrahán)

Contrariamente a lo que se expone en el Fin del Mundo y en el Juicio Final bíblico y en el coránico, pienso que si se debe juzgar a alguien debe ser al supuesto Creador Religioso, Hiajú=Jehová=Deus=Theus=Dios=God=Goot=Ahlá, etc, porque nos creó tal como somos –humanos- y sabiendo que para sobrevivir debemos comernos unos a otros, y que para conseguirlo tenemos que hacer tantas trampas como nos sean necesarias. Y que si flaqueas vives mal o pereces.

Biblia. Apocalipsis 20: 11-15

Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.

Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.

Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.

Y la muerte y el Hades fueron lanzados al Lago de Fuego. Esta es la segunda muerte.

Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.

El supuesto Creador Religioso no hizo un mundo lleno de bondad, amor y paz, sino un circo de gladiadores donde cada especie intenta superar a otras.

En la Tierra no existe bondad, amor ni paz; lo que sí hay es una manipulación entre todas las especies y cada una engaña a otra tratando de conseguir lo que mejor la sustenta, y esto ocurre entre personas y animales.

Nadie es humano ni animal, todos somos seres con distintas caretas físicas y que con diferentes fuerzas y sabidurías, unos con menos y otros con más, intentamos conseguir lo que cada cual cree necesario para sí mismo y su prole. Y es por ello que los pecados no existen porque, si los hubiera, el supuesto Creador Religioso sería el primer pecador por habernos creado a todas las especies tal como somos.

Hiajú, Dios, God, Goot, Ahlá, etc., no existen, lo que sí hay es una fuerza que yo llamo Cosmo-Poder que se formó desde la NADA, allá antes del Big Bang, y que creó todo cuanto conocemos y no conocemos, y que no juzga a ninguna especie, pero que deja que el universo y sus especies se juzguen, se castiguen o se premien a sí mismas, según van discurriendo en su camino evolutivo.

El infierno es un cuento de cuna para asustar y mentalizar  a niños, niñas, y postre a adultos,  que, los religiosos crearon para robarte el diezmo y así ellos y ellas poder vivir sin trabajar en arduas labores.

En esta viña de  la Creación todos somos malos y pecadores ante los ojos de las religiones, pero no ante la Naturaleza Universal que se rige por la necesidad de la evolución continua.

Lo cierto es que lo que hagamos los humanos de bien o de mal sea premiado o castigado por alguna religión no tiene ningún mérito. Pero lo que hagamos bien o mal según las leyes que los humanos hemos acordado, eso sí tendrá mérito de premio o castigo porque en nuestra orfandad sin Dios, las leyes que hemos hecho y hagamos son las que nos premiarán o nos castigarán según actuemos con el bien o con el mal.

Si existiera un Dios generoso que lo sabe TODO y cuida de TODO, no habría guerras, hambre, desastres anti ecológicos ni ningún otro tipo de desgracias.

Y eso de que Dios nos creó y nos dio libre albedrío, es algo que nadie debe tragar, porque, si el supuesto Creador Religioso  nos dio mente y cuerpo, sabía cómo responderíamos con nuestra hechura en relación con todo nuestro entorno. Y la respuesta ha sido y es, según la evolución: obtener cada individuo y animal más que otros de la naturaleza en la que habitamos y fuera de la misma.

Creer en el supuesto Dios Religioso es un sueño lleno de vanidades que no soluciona los problemas de humanos ni de animales, más bien los confunde y los multiplica.

El infierno está únicamente en las mentes de todos/as  los/as que creen en alguna religión abrahámica u otras que tengan las mismas filosofías.

Lo que te acredita como ser es tu memoria, y de lo dicho se entiende que, cuando mueres, tus recuerdos se borran para siempre, y te vas al olvido donde no hay cabida para las vanidades que hayas atesorado en este mundo.

Ten también en cuenta que si no recuerdas nada de antes de tu nacimiento, tampoco llevarás recuerdos de tu vida después de tu muerte.

Una vida eterna posterior la muerte, en el limbo del un inverso, es igual a esclavitud eterna.

Amén.

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