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Los últimos coletazos de la Inquisición en Tías

Director | 17 de octubre de 2014

Se las prometía muy felices el todavía alcalde del sufrido municipio de Tías, Pancho Hernández, en el cuasi ocaso de su legislatura. Su "matrimonio" con  San Borondón, pese al incremento de altibajos en los últimos meses, parecía marchar viento en popa. Y los múltiples desmanes socio-económicos registrados (el culebrón de las hamacas, el mercadillo de quita y pon, los despidos y readmisiones forzadas de funcionarios que no les reían la gracia, la piscina sin agua, la defenestración del cuerpo de bomberos voluntarios, el abandono de las zonas públicas, y el enorme despilfarro económico de las concejalías "privilegiadas") eran burdamente camuflados bajo la frase nada ocurrente (y copiada de sus amos de Madrid): "toda la culpa es del grupo de gobierno anterior (o sea, el PSOE)".

Pero, ¿quién le iba a decir a Pancho, que una modesta fuerza vecinal (VECINOS UNIDOS CANARIOS), le iba a descubrir todo un entramado de chanchullos, que amenaza con judicializar aún más la vida política en Tías?

Primero se destapó que la Guardia Civil había abierto Diligencias (2014-004943) por una presunta "filtración" de los archivos del Ayuntamiento de Tías, tras la detención del hermano de la Teniente de Alcalde (y concejal de Urbanismo) por "ocupar ilícitamente" una vivienda; la propia Benemérita envió un amplio Dossier al Juzgado, advirtiendo que todo apuntaba "a la solicitud de un expediente de dominio" con "datos registrados en los archivos" del consistorio... Y cuando la formación vecinal presentó una Moción (2014013794) pidiendo la "depuración de las responsabilidades políticas", sonaron las alarmas.

Pancho Hernández (el todavía Alcalde) empezó una "caza de brujas": primero "sometió al tercer grado" (metafóricamente hablando) a los agentes de la Policía Local que habían participado en la investigación al hermano de la edil, para tratar de averiguar quién había filtrado la información; luego se reunió con el Jefe de la Guardia Civil en Tías, para que indagase si la filtración partió por ahí; y luego continuaron las "advertencias" a cualquier funcionario municipal que pudiese haberse ido de la lengua... Mientras, esperaban al juicio por los hechos relatados (algún día explicaremos la historia entera, con llamadas y cifras incluidas).

El segundo golpe tuvo lugar cuando estos modestos grupos (VECINOS UNIDOS y COVEINCA) descubrieron que una Cafetería-Pastelería construida a escasos metros del propio Ayuntamiento, llevaban "más de un año abiertos sin la obligatoria Licencia de Apertura". Primero informaron a la Alcaldía de la ILEGALIDAD (2014015982), solicitando que se informara de la misma en el siguiente Pleno, en el Apartado de Ruegos y Preguntos. Pero al igual que en la Moción anterior, los escritos de ambas formaciones vecinales quedaron "sepultados en el limbo burocrático".

La cosa se agravó cuando VECINOS UNIDOS señaló que la co-propietaria de estos establecimientos (que incumplen la Ley) es concejal del Grupo de Gobierno del Ayuntamiento. Pidiendo en un nuevo Escrito (2014016808) a la Concejalía de Urbanismo (la misma que en el caso anterior), "el cierre de las actividades ilegales y la depuración de responsabilidades políticas"... Descubiertos en sus manejos, desde el consistorio se han visto obligados a publicar este pasado miércoles 15 de octubre, en el Boletín Oficial de la Provincia, la "solicitud de Licencia para el bar-cafetería y pastelería".

Y vuelve a entrar en acción nuevamente la Inquisición en Tías: se advierte a los funcionarios que no deben producirse "filtraciones" urbanísticas al exterior; se apercibe a determinados agentes policiales de posibles expedientes disciplinarios; se inicia un profundo control visual sobre las personas que registren escritos destinados a la Alcaldía; se inicia una "investigación" tendente a averiguar quienes son VECINOS UNIDOS; incluso se "borra" del Facebook a los elementos considerados "díscolos" por el Grupo de Gobierno...

La ruptura de San Borondón ha acentuado aún más la paranoia del todavía Alcalde de Tías. Creyendo que todo se trata de una conspiración digna de las obras de Frederick Forsythe, casi ha convertido el consistorio en una fortaleza sitiada, sometiendo a sus empleados a los más estrictos controles de un estado totalitario. Circunstancia que se ha agravado tras las recientes sentencias judiciales, que le obligan a readmitir a trabajadores a los que había despedido sin justificación alguna.

Ya no se las promete tan felices. Y es que los grupos vecinales avisan que en breve informarán de un nuevo escándalo en el seno del Ayuntamiento de Tías...

 

 

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