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Isidro Santana León

Madrid debe de estar temblando con usted, señor Dorta

Comentarista de Opinión

Isidro Santana León | 25 de octubre de 2013

 

Que usted no recuerde el nombre de la plataforma creada en Aguere es lógico, ya que no estuvo invitado, y si así hubiera sido, no hablaría con tanta ira y tanto resentimiento.

Además, creo que su capacidad intelectual está tan por arriba de los humanos, que levita como Zeus dirigiendo a los mortales.

Usted no sólo ha colaborado con Tomás Quintana –compañero al que no pienso defender con este escrito, cada cual es grandito para hacerlo–, usted se ha reunido con mucha gente: en su momento mantuvo contactos con CC, con Ángel Cuenca, con Pedro Medina –éste es el que le sopla información amañada– y con tantos otros que vitupera y denuesta porque no le ha salido provechosa su emprendiduría; y es más, cuando habla de meter la mano, cállese.

Si le escribo esto, es porque usted  ha llamado circo al escrache que se le ha hecho a los bancos, no sólo sintiéndome insultado yo, que soy partícipe del proyecto, sino el resto de las compañeras y compañeros que acudieron a la misión. Dice usted, mejor dicho, se queja, de que nadie se moviliza ni hay una lucha activa en ningún sector del independentismo canario… ¿qué le pasa?, ¿que si usted no está en el proyecto, el proyecto no sirve? Se ha preguntado por qué usted no mueve a nadie… Mire, recuerdo un acto que, además de ser una afrenta para la cultura de nuestros antepasados, me pareció un esperpento y un acontecimiento de una inmadurez supina: el reto que le hicieron a un hombre mayor para hincharlo a palos entre cuatro. Yo quiero considerar eso como un escenario jocoso, aunque un compañero que participó, y al que yo le tengo verdadero aprecio, estaba convencido de ello. Ese es el único circo que yo he podido apreciar: las ignominias que tiene soportar el independentismo por su tardía pubertad.

Ha acusado a todos los independentistas de que carecemos de autoestima. Estoy impresionado con usted, no sólo es economista, sino además: psicólogo, sociólogo, medico, científico y últimamente le pega hasta a la ciencia exotérica. ¿Usted alguna vez se ha mirado para adentro? Mire, hombre, vea cómo está su autoestima que, cuando no está presente en algún proyecto, su salida es la acusación, el vituperio etc. Los periodos de ansiedad que padece, son por causa de un narcisismo compulsivo –lógicamente acompañado de afán de notoriedad y excitación sublime–, cuya bajada de la adrenalina le debe poner en un estado de depresión absoluta.  Todo ello son evidentes síntomas de un trastorno de la personalidad bipolar, ya que su válvula de escape es el resentimiento, la soberbia y la ira, como estar silencioso y ensimismado por algún tiempo: ahí, en la bajona, se evade usted con la mitomanía, pues lo he visto empleado en asuntos de ultratumba, inexplicable para un hombre pragmático como aparenta.

Llegó usted, no hace tanto tiempo, al campo independentista, como Moisés, con las tablas de la ley bajo el brazo y, al darse cuenta de que el pueblo no acata sus reglas, lo maldice y les amenaza con la ira de Dios. Ya le advertí en su momento, cuando nos reunimos en La Isleta, de que el campo independentista es algo complejo como para llevar acabo un proyecto, que además detrás esconde hacerse con una clientela para su empresa… paradójicamente, su único socio es un godo que fue Consejero de Economía en el Gobierno de Canarias y sus clientes unos cuantos damnificados de la inversión. Es sorna escucharle a usted hablar de proyecto horizontal para Canarias, cuando sus miras van porque la economía de la futura nación libre sea un paraíso fiscal. Está usted padeciendo los efectos secundarios de su fracasado intento, todo ello por llegar como superman a solucionar el problema de Canarias sin conocer que hay dentro. De alguna manera, todo no le ha salido mal, ¿verdad? Nada de lo expuesto se lo he lanzado con acritud, simplemente lo he hecho a ver si reflexiona o madura y para que respete a la gente que quiere hacer algo trascendental, aunque usted no esté.

Lo que si le comparto cien por cien, es el latrocinio, la corrupción y el lacayismo del Gobierno de Canarias y el daño que le está haciendo a este desgraciado pueblo. No seamos igual que ellos

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