Estaban reunidos cuatro jubilados en la Sociedad, ya al atardecer para jugar la partida de dominó y entretenerse un rato, y uno de ellos comenta:

"Me suben la pensión 1,60€"

A lo que otro contesta:

"Suficiente para ir a Jamaica"

Y otro añade:

"Con esa oferta el bocadillo del avión lo tienes que poner tú".

Los abuelos tenían cara de resignación y perplejidad, la mayor parte de ellos habían cotizado el mínimo como trabajadores autónomos y contemplaban el cambio social donde vivían con una mezcla de sentimientos donde el mayor componente era la amargura, donde era visible el ser víctima de una tomadura de pelo del destino. 

De la mesa tres estaban socorriendo a los hijos en paro o en situación difícil y alguno había recordado la vieja historia de Jaimito sobre quien había inventado el hilo de cobre: dos catalanes, estirando una peseta.

Nuestros abuelos no comprenden esta situación, que ya técnicamente, no puede ir a peor y que empieza a remitir, lo malo es que todavía no se nota. La peseta es historia, el hilo de cobre también pero la situación descrita no lo es y no se puede comprender.

Les enviamos a nuestros abuelos nuestros mejores deseos y nuestra más sincera admiración y reconocimiento por su esfuerzo y sacrificio por nuestro bien, con el más fervoroso deseo de que sus pensiones mejoren en un próximo futuro.

(*) Ldo. Derecho, Máster Turismo y MBA