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Nicolás Montero

Fútbol menor; ¿inclusivo o exclusivo?

Analista deportivo

Nicolás Montero | 14 de septiembre de 2013

 

Según desde el prisma que se mire se valorará, o para todos los gustos o disgustos habrá. Sin duda.

En la base, en los más pequeños, es ahí donde se es más susceptible pero también donde apenas se nota, que no quiere decir que no pase. Me refiero a los agravios comparativos entre los niños a la hora de poder acceder a la ficha de cualquier equipo de fútbol.

Habrá de muchas índoles, esos agravios, para poder pertenecer a ese club como jugador; mayormente son físicas por razones de sobrepeso o por las escasas condiciones de futbolista que presenta el niño en cuestión. También las hay del tipo ENCHUFISMO, si. Banalidades sin más que "estropean" el buen desarrollo personal de unos chiquillos en formación para esto del fútbol.

Y es que habiendo fichas libres o por ocupar en los diferentes clubes, el orden de "acogimiento" de esos niños futboleros no debería ser otro que:

Primero, respetar la antiguedad del que ya lleva cierto tiempo fichado en ese club de fútbol; y segundo, los que recalan por primera vez lo CONSEGUIRÁN casi por orden de llegada hasta completar el cupo total. Los rezagados, los últimos en aparecer, lastimosamente quedarán fuera de esos equipos.

Debería ser así, aunque esto significara que algún que otro niño con buenas cualidades futboleras se quedase sin fichar por llegar demasiado tarde. Rodar o apartar en esto del fútbol base a un niño ya fichado para apostar por ese otro que aparenta mejores condiciones, es simplemente un agravio comparativo en toda la dimensión del término.

Un niño puede ser mejor que otro jugando a esto del balompie, y que quedarse sin ficha para demostrar su valía pudiera ser hasta imperdonable, pero esto no quita para que en estas edades lo que sería un error GRAVÍSIMO es retirar la ficha, apartar, despreciar o EXCLUIR a un chico con menos cualidades para apostar o INCLUIR a otro con mejores fundamentos futbolísticos.

Cualidades futbolísticas aparte, el fútbol BASE, llámese ALEVÍN, BENJAMÍN o INFANTIL, incluso CADETE, principalmente debe "atender" a la animosidad de todos esos pequeños que aman, quieran aprender o que simplemente se identifican con este deporte. En eso, en el ánimo, apenas hay diferencia entre unos y otros, por lo que a la hora de tomar o acometer esas IMPORTANTES decisiones de INCLUSIÓN o EXCLUSIÓN de niños, por parte de monitores y directivos de un club de fútbol , se tendría que sopesar de manera sosegada los pros y contras de esa decisión.

Basicamente la decisión final en este tema no debería ser muy complicada, según mi punto de vista. El club debe mantener a ese niño ya fichado tenga las cualidades y condiciones que tenga; y al que se queda fuera de la competición oficial, aún siendo mejor en esto del fútbol, permitirle entrenar como uno más además de poder jugar todos los amistosos posibles, como uno más del grupo. Su oportunidad sin duda llegará.

Otra cosa sería CESGAR la ilusión de unos con la desacertada intención de "atrapar" a otros niños que, seguro con mejores fundamentos para esto del fútbol; si acaso, tienen la misma ilusión y animosidad que aquellos que han sido apartados. No más.

Cierto, es complicado. Se "juega" con la ilusión de estos niños y sus padres, pero competitividad aparte el fútbol BASE es la escuela de la enseñanza donde se debería aprender. El aventajado, pues eso, tiene ventaja. Pero puede esperar, si le toca.

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