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Nicolás Montero

Portero

Analista deportivo

Nicolás Montero | 27 de enero de 2015

Es el PUESTO por excelencia. El que más responsabilidad conlleva, el de más empaque, el que puede sin marcar goles decidir un partido sea a favor o en contra, el más mirado incluso con "LUPA" de gran angular, el que con sólo un simple lapsus puede convertir un error suyo en FATAL y DETERMINANTE.
Al PORTERO se le exige una concentración a diferente nivel que sus compañeros. Superlativa, sin altibajos, con un EGO deportivo que no albergue la más mínima desconfianza en sus posibilidades, siempre consciente de lo determinantes que son SIEMPRE sus intervenciones durante un partido.
Su autoestima y confianza deben estar siempre a un gran nivel. Es el cierre, el último, el que ve con total nitidez el juego de los suyos y del equipo contrario, es en definitiva el que como un buen matemático NUNCA debe fallar en sus cálculos, a la hora de intervenir en una jugada.
En Lanzarote hay una buena camada de PORTEROS en su fútbol base, niños a los que les gusta eso de ponerse los guantes e intentar parar todo lo que le tiren.
Buen ejemplo de que se está trabajando en la proliferación de buenos GUARDAMETAS lo tenemos en la Escuela Insular de Porteros que comandan Victor Viñoly e Iván Falero entre otros, ex cancerberos que inculcan a los más pequeños sus valiosas enseñanzas y vivencias con el único fín de sacar nuevos y buenos valores.
NO en todos los equipos de la isla se le da la misma importancia a la figura del PORTERO, unos trabajan bien con ellos, otros trabajan simplemente a secas y otros NI ESO.
Hay clubes que se llenan de MONITORES-PREDICADORES, además no mal remunerados, que apenas saben amarrarse las botas y que desprenden tanta "sapiencia" futbolística como RANCIO MENTAL. Así vemos como hay algún que otro entrenador de PORTEROS de club que sistemáticamente REPITE y REPITE y vuelve a REPETIR los mismos ejercicios en casa sesión, hastiando a los jóvenes PORTEROS no sólo por repetitivo sino además por aborrencia al que muy mal enseña.
He tenido la oportunidad de seguir el trabajo que se hace en la Escuela Insular de Porteros y considero humildemente que está siendo una gran aportación en el desarrollo y crecimiento de estos jóvenes PORTEROS. Con una variopinta, extensa y dinámica enseñanza que llega muy fácil y bien a todos estos niños, el nivel de éstos jóvenes GUARDAMETAS llegará tan alto como ellos quieran.
Ser PORTERO es un rango diferente, un modo de vivir el fútbol de manera exclusiva, donde la soledad es en muchas ocasiones su única compañía, donde el íntimo estímulo personal es totalmente innegociable.
Ser PORTERO es símple un carácter muy particular en el cual la fuerza mental es su principal aliada.
Ser PORTERO es reconocerle pocos méritos en los triunfos y señalarlos de manera ostentoria en las derrotas.
Ser PORTERO puede ser TODO o NADA, siempre según los ojos con que se les mire.
Ser PORTERO es simplemente DIFERENTE.
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