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Pedro M. San Ginés Gutiérrez

Lanzarote, la colonia sumisa, humillada y sometida por el pacto PSOE-PP

Portavoz de Coalición Canaria-PNC en el Cabildo de Lanzarote

Pedro M. San Ginés Gutiérrez | 09 de noviembre de 2020

Justo cuando Canarias más necesita del auxilio del Estado y cuando más requiere de unos gobiernos autonómico e insular que sean capaces de exigirlo, la sumisión del «Pacto de las Flores» a Sánchez, y de las alianzas PSOE-PP en muchos de los gobiernos insulares —sin más proyecto para Canarias y cada una de sus islas que arrinconar a Coalición Canaria y a sus respectivos liderazgos— resulta que las tres administraciones nos han llevado a unas cotas de ninguneo y desprecio a Canarias y Lanzarote solo equiparable al dispensado hace siglos por la metrópoli a sus colonias.

Si timorata ha sido la respuesta del presidente Ángel Víctor Torres al atropello que supone el borrador de Proyecto de Ley de Presupuestos del Estado, qué decir del consejero de Hacienda de Canarias, Román Rodríguez, cuando afirma en sede parlamentaria que “no hay ningún precepto estatutario que cumplir en la Ley de Presupuestos del Estado”. Coalición Canaria lideró una larga y dura batalla para anclar nuestro REF en el Estatuto y que por tanto fuera reconocido como un derecho constitucional el que Canarias tuviera una inversión por habitante no inferior a la media nacional, pero ha vuelto a ocurrir: 168 frente 258, un 35% menos. Si nuestro presidente no defiende al archipiélago por no incomodar a Sánchez; si hasta Nueva Canarias nos deja más vendidos que a la vieja Canarias, la colonial; si Loly Corujo solo está para usar el Covid como pretexto a todo y si Ástrid Pérez no da más que para conservar su sillón, esta vez sí es real la amenaza de un verdadero problema de Estado cuando el hambre y la miseria asolen a Canarias asfixiada por los ERTES convertidos en EREs y, finalmente, en un galopante paro que llegará al 50% en Canarias y no quiero ni pensar a cuánto en Lanzarote.

Mientras aquí Loly Corujo y Astrid Pérez, máximas responsables insulares del PSOE-PP, gobiernan la isla y su capital desde sus personales intereses políticos a golpe de pura propaganda sobre su magnífica gestión sanitaria, sin competencia alguna en Sanidad, y un bombardeo permanente de vacuas notas prensa que no articulan una sola ayuda excepcional a ningún sector como hacen sus homólogos en otras islas, capitales, incluso municipios, como si la gravedad de la situación no fuera con ellas.

Estos presupuestos del Estado colocan a Canarias en la cola del país en inversión media por habitante, incumpliendo como siempre el REF y ahora también nuestro Estatuto de Autonomía. El trato es aun peor que el dispensando antes de la pandemia, a pesar de que Canarias es de los territorios más afectados del Estado, y si nadie lo remedia tendrá devastadoras y dramáticas consecuencias para nuestra economía y para miles de canarios que se verán abocados al paro y la pobreza extrema.

Unos presupuestos que no respetan el fuero canario, y que a pesar de incorporar la primera anualidad del Plan de Reconstrucción Europeo, éste prácticamente no alcanza a Canarias y menos a Lanzarote, porque los trenes quizá en las islas capitalinas den trabajo, pero comerse no se comen, ni aquí ni allí. Unos presupuestos en los que en lugar de suplementar los planes contra la pobreza preexistentes a la pandemia, elimina justamente ahora el que ya había sin ella y venía prorrogándose desde 2018. Un presupuesto en el que desaparecen los planes de infraestructuras turísticas, hidráulicas, el PIEC vinculado a la infraestructuras educativas y en el que, salvo en los puertos y aeropuertos donde el Estado saca rédito económico, en realidad es Canarias la que desaparece de la agenda política del ejecutivo central, más preocupado por contentar a los partidos que mantienen a Sánchez al frente del Gobierno del Estado al que quieren romper, que por estar a la altura de la enorme responsabilidad que debería tener con todos los territorios que lo conforman.

A todo esto se suman humillantes ejemplos del trato neocolonial al que me refiero, como la nefasta gestión de la grave crisis inmigratoria, en la que no profundizaré porque ríos de tinta acreditan el desprecio del ministro del ramo, sin que ni Torres, ni Corujo, ni Pérez, exijan las respuestas inmediatas que competen al Estado, o la oportunidad ya perdida de habernos configurado como el mejor refugio europeo para un turismo seguro, cuando teníamos un escenario sanitario tan favorable y pudimos haber controlado una situación en que la lógica y el sentido común indican que había que hacerlo en los puertos y aeropuertos al tratarse de islas; tal y como han autorizado y hecho los gobiernos de Portugal e Italia en Madeira, Azores, Cerdeña o Sicilia, sin necesidad de ninguna autorización europea, que es el pretexto de Sánchez para no ejecutar la medida, de nuevo con el silencio cómplice de Loly Corujo y Ástrid Pérez en Lanzarote, y un parche diseñado por el Gobierno de Canarias. Todo por no agraviar a otras comunidades, como si España tuviera otros archipiélagos que no fueran Canarias y Baleares, o sea, café para todos si se trata del Covid, pero cuando se trata de presupuestos, capuchino para unos y borras de café para otros.

María Dolores Corujo y Ástrid Pérez, artífices del pacto insular y capitalino, ¡pónganse de una vez a trabajar! por los habitantes de Lanzarote y su decrépita capital que se van al garete y rumbo a un paro superior al 50%, una por no incomodar a Sánchez y la otra por no arriesgar su sillón.

Claro que lamentarnos no soluciona nada, ni en Coalición Canaria tenemos soluciones mágicas, pero éstas no llegarán si seguimos de brazos caídos mirando a otro lado. Unas pasan por exigir al Estado que asuma de una vez su responsabilidad con la inmigración, otras protegiendo a Canarias de la pandemia donde tienen que hacerlo que es en las puertas de entrada a nuestro territorio. En cuanto a los planes para la reconstrucción de Canarias que no llegarán con este presupuesto estatal, pidiendo a los diputados canarios de todas las fuerzas políticas que exijan con la contundencia que la gravedad de la situación requiere, respeto a nuestro derechos legalmente reconocidos en nuestro REF y nuestro Estatuto de Autonomía, como hará Coalición Canaria presentando una enmienda a la totalidad.

Lamentablemente, transcurrido apenas un año del «Pacto de las Flores» y los antagónicos PSOE-PP insulares, se ha demostrado lo vital que sigue siendo para Canarias y las islas la presencia en sus gobiernos de una fuerza de obediencia netamente canaria, porque el resultado ha sido el de una colonia sumida y sometida, unos por ser del mismo color político que el presidente de la nación (PSOE), y otros por conservar el cargo (NC y PP insulares).

Como último apunte, al senador socialista por Lanzarote, Manuel Fajardo Palarea, quien recientemente titulaba un artículo como “Responsabilidad Canaria“, simplemente decirle que mejor habría sido “Responsabilidad con Canarias“.

*Pedro M. San Ginés Gutiérrez es portavoz de Coalición Canaria-PNC en el Cabildo de Lanzarote

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