El 7 de febrero de 2017, una moción de ADEY GALGUEN pidiendo "una mayor protección en el Catálogo de Patrimonio Histórico" fue aprobada por unanimidad en el ayuntamiento de Arrecife

Antiguo Hospital de Dolores o Casa Cabrerón

Casa Cabrerón
MAGAZINE LANZAROTE

En Arrecife en la calle Pérez Galdós esquina con la calle Ingeniero Paz Peraza o esquina con la calle Añaza, así de grande es que abarca tres calles, hay un gran edificio muy antiguo.

Usado en  como hospital, llamado Hospital de Dolores, fue fundado por el cura de Arrecife Manuel Miranda Naranjo. En 1902 se instala en él la orden religiosa Siervas de María y en 1915 las Amantes de Jesús, creando una escuela y una cuna expósito / hospicio, donde recogían y cuidaban a los bebés y niños abandonados. Parte del segundo piso estaba destinado a los dementes y por la noche tenían que quitar las escaleras para que no se escaparan. Curiosamente es el hospital viejo el antiguo hospital) antes de que lo fuese el Hospital Insular; también le llaman «el hospitalito».

El inmueble localizado en la barriada de  Valterra, data de 1887 y debe su nombre a su propietario Justo Cabrera y Cabrera fue célebre en Lanzarote por su apodo “Cabrerón”. En esta casa como ya hemos citado se instaló el primer dispensario sanitario que tuvo la ciudad, el pequeño Hospital de Dolores, posteriormente el edificio fue empleado como casa de huérfanos, instalación militar durante la Guerra Civil, escuela y residencia. En el patio organizaban bailes de taifa y candil.

Éste edificio tiene 135 años de antigüedad y arrastra una grandiosa historia.

Guarda relación con los herederos de Francisco Bibiano Cabrera Ramírez y María de la Asunción Cabrera González, casados en febrero de 1839, atendiendo a informes que guarda el Archivo Histórico Municipal de Teguise. El apodo de Cabrerón le viene del apodo con que se llegó a conocer al propietario Justo Cabrera y Cabrera (1849-1899). Se ganó el apelativo en sus tiempos de estudiante en Gran Canaria, tras dejar KO a un adversario en una trifulca. Ya no fue nunca más Cabrerita.,

A pesar de que su mal estado ha llegado a llamar incluso la atención del colectivo Hispania Nostra, entidad que tiene  una relación de algo más de un millar de elementos del patrimonio histórico de España en riesgo de desaparición.

Lo curioso es que el inmueble forma parte de la lista de edificios merecedores de ser Bien de Interés Cultural (BIC). Según fuentes oficiales, caso de la fundamentación del Plan General de Arrecife fechada en 2004, «se trata del primer edificio que se tiene constancia que fue construido especialmente para la función sanitaria». Se estrenó con el nombre de Hospital de Nuestra Señora de Los Dolores, «con diseño del ingeniero González Negrín».

Según la ficha de Hispania Nostra, «es un edificio de imponente planta, construido en roca volcánica y encalado». Consta de dos pisos y cuenta, además, con grandes ventanales, así como con una puerta principal y varias laterales. En el interior de la parcela, «llama la atención un ficus de grandes dimensiones, que fue muy probablemente plantado en el momento de construcción del edificio». Veremos hasta cuándo.

- Moción de ADEY GALGUEN

El 7 de febrero de 2017, ADEY GALGUEN defendió una moción en el ayuntamiento de Arrecife, reclamando "una mayor protección en el Catálogo de Patrimonio Histórico; evitándose su demolición como ya ha ocurrido con otros inmuebles emblemáticos". Y que "conjuntamente con el Cabildo de Lanzarote, se den los pasos para la adquisición del edificio; y una vez rehabilitado, convertirlo en un Sitio de Interés Cultural: sala de exposiciones, museo, sala de conferencias, actuaciones folklóricas, todo lo relacionado con la cultura. Con el añadido de que dispone de buenos aparcamientos".

Dicha iniciativa (en la que intervino el desaparecido activista social, José Díaz), FUE APROBADA POR UNANIMIDAD... De hecho, dos días después, técnicos del Cabildo y del Gobierno canario estuvieron inspeccionando el lugar, en cumplimiento de lo aprobado en la moción. ¡Pero ahí se acabó el fuelle!

 Descripción:

El Antiguo Hospital o Casa Cabrerón es un edificio de imponente planta, construido en roca volcánica y encalado. El inmueble consta de dos pisos y cuenta además, con grandes ventanales, así como con una puerta principal y varias laterales.

 Estado de conservación:

El inmueble se encuentra en mal estado de conservación. En el techo y las paredes del espacio se pueden apreciar grietas; además, la madera de los ventanales está muy degradada. El edificio ha sido “okupado” y su patio se emplearon, a modo de vertedero.

Es cierto que en 2017 hubo un intento de recuperar el lugar, con implicación de políticos y técnicos. 

Desafortunadamente, poco valieron los esfuerzos de 2008, cuando personal municipal tapió ventanas y puertas, para evitar el deterioro que estaba registrándose a causa de la presencia en el edificio de personas sin hogar, con notable acumulación de restos y algún conato de incendio.

La maltrecha casa del Cabrerón

El edificio aparece en el catálogo del patrimonio histórico de Arrecife con un bajo nivel de protección.

Cuál sería el aspecto del Sitio del Cabrerón si en vez de encontrarse en la calle Pérez Galdós de Arrecife estuviese en el casco histórico de La Laguna, en la calle Real de la ciudad de Santa Cruz de La Palma o en la misma Villa de Teguise? La respuesta parece muy sencilla: presentaría un impecable estado de revista, estaría habitado por alguna persona sensible y orgullosa de la historia e impronta del edificio, albergaría alguna actividad comercial o acogería alguna función pública. Aquí no; en Arrecife es carne de solar para mejores funciones productivas.

El estado del Sitio de los Cabrera es sólo un ejemplo más del lugar que ocupa la conservación del patrimonio edificado en la escala de las preocupaciones institucionales y privadas en Arrecife: el último o de los últimos. La razón es que la propiedad de un inmueble de cierto valor histórico o cultural es percibida como una carga por parte de sus dueños, quienes, por lo general, prefieren que se venga al piso en vez de mantenerlo y disfrutarlo. Esta es la mentalidad dominante y que se ha abierto paso bajo la errónea consigna de que en  la ciudad no hay nada que merezca la pena ser conservado.

En el otro extremo, mil y pico edificios forman parte del casco histórico de La Laguna y, de ellos, más de 600 están protegidos. La ciudad está impecable para residentes y visitantes por sus largas y numerosas calles peatonales y su cuidada arquitectura, lo que le otorga nuevo vigor como centro comercial abierto. Es la única ciudad canaria declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, título que los laguneros exhiben con orgullo y no como una pesada losa que va en contra de sus expectativas inmobiliarias urbanas.

El Ayuntamiento de Arrecife y Cabildo deberían estudian la adquisición del 'del Cabreron' para darle un uso cultural.