Repsol trata de engañar a los canarios en cuanto a empleos e inversiones

Puerto de Los Mármoles. Arrecife.
Según ha podido constatar el presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, en la sesión del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria celebrada en la mañana de hoy “el director de explotación y producción de la compañía REPSOL don Javier Moro Morán, ha solicitado formalmente reserva de suelo para su base logística en los tres recintos portuarios de Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria que gestiona la Autoridad Portuaria, estableciendo con precisión el perímetro de la superficie a reservar y las líneas de atraque que precisaría”.
 
La respuesta formal que se adjunta y remitida por la Autoridad Portuaria, aclara a REPSOL que la norma para la ocupación y uso de suelo está regulada por el texto refundido de la Ley de Puertos y de la Marina Mercante y no permite llevar a cabo reservas de ningún tipo, pues éstas están sometidas a un régimen de utilización que fomenta la concurrencia y la competencia de acuerdo con un procedimiento formal dispuesto en los artículos 83 y sucesivos del mencionado texto refundido, siendo precisa una solicitud específica que disponga de los requisitos concretados en el artículo 84.1 de dicha norma.
 
El presidente del Cabildo lamenta “el trato bananero que REPSOL, al igual que el Ministerio de Industria, continúa dispensando a Canarias ignorando la norma que una multinacional como esta compañía debiera conocer, pretendiendo saltarse la necesaria concurrencia y competencia establecida en la Ley y presentando una solicitud, que desde el punto de vista administrativo no cumple con ninguno de los requisitos establecidos en lo procedimientos reglados de aplicación previsto en la misma ley para una concesión de esta naturaleza”. 
 
Por otra parte, a la vista del documento presentado por la propia REPSOL para el establecimiento de su base logística en Lanzarote, se desprende un “nuevo y burdo engaño, cuando el presidente de la compañía, el señor Bufrau, ofreció a los Cabildos de Lanzarote y Fuerteventura una inversión de 53 millones de euros solicitando una autorización de estas instituciones que no necesita”. 
 
Lo cierto, es que de un análisis elemental de la propuesta, es la propia compañía quien estima el gasto total para el establecimiento de dicha base logística en 22 millones de euros, pero no se trata de inversiones, pues, en primer lugar, 14 millones son para el suministro de combustible que la propia REPSOL admite que habrían de ser necesariamente suministrados en el Puerto de la Luz, en Gran Canaria, por imposibilidad material de hacerlo en Lanzarote o Fuerteventura; en segundo lugar, unos 4 millones de euros serían para los gastos derivados de alquiler de helicópteros y su logística; y en tercer lugar, más de 2  millones de euros, para el alquiler de grúas de gran tonelaje, lo cual suma unos 19 millones de euros. “Es decir, de los 53 millones de euros se quedarían como mucho en apenas 4 millones de euros de dudosa inversión, inflando en unos 50 millones de euros las inversiones reales que dicen haber rechazado las administraciones locales, en un fraudulento y miserable intento de enfrentar a la sociedad conejera y majorera, jugando con la situación de desempleo que desgraciadamente sufrimos en las islas orientales”.
Por último, y en este sentido, de igual modo pretenden manipular y engañar a la opinión pública ofreciendo aparentemente enormes posibilidades de creación de puestos de trabajo, cuando la realidad es que el trabajo derivado de las prospecciones es efectuado, como en la posterior fase de explotación, por personal cualificado que viene con las estructuras de perforación. Inicialmente, Repsol habló de generar hasta 50.000 empleos, la pasada semana, el presidente de la petrolera anunció que iban a ser en realidad unos 5.000, y ahora vemos que en Lanzarote hablan de que “todo el personal involucrado en las operaciones será aproximadamente de 20 a 30 personas” (párrafo 4 del punto 4.4, página 12 de la propuesta).
Por otra parte, el proyecto de Repsol contempla para esta isla que cuenta con su declaración como Reserva Mundial de la Biosfera como uno de sus principales activos turísticos, usar el Puerto de Arrecife como lugar de almacenamiento de los lodos tóxicos extraídos durante la fase de perforación; estos residuos requieren ser posteriormente trasladados a otras geografías para recibir los tratamientos necesarios. Además, la petrolera añade la necesidad de almacenar también en el puerto  productos químicos líquidos y sólidos, convirtiendo este espacio portuario en un depósito de productos altamente tóxicos y de residuos procedentes de las perforaciones, a escasos metros de donde atracan los cruceros y desembarcan decenas de miles de turistas al mes.