EL AEROPUERTO DE (DEL PIL) LANZAROTE

Aeropuerto Nuevo

POR MAME FERNANDEZ

Aeropuerto antiguo

Las ocurrencias de Pedro San Ginés para contentar las últimas voluntades del PIL para que le ayude a aprobar los últimos presupuestos de este ínclito presidente, serán las razones  de las últimas declaraciones del todavía presidente del Cabildo de Lanzarote.

¿Cuánto más piensa el Presidente que va a seguir la isla creciendo para cambiar de emplazamiento el aeropuerto, el muelle, la potabilizadora, el hospital…?. ¿Cuánto cuesta ese capricho de encargo de viabilidad y quienes lo vamos a pagar? ¿Se les ha consultado a los ayuntamientos de influencia San Bartolomé y Tías?

Demasiadas dudas y sombras, como siempre, las emanadas por este mandatario político que a veces siente la llamada del “iluminado”.  ¿O será que lanza estos pronunciamientos para desviar la atención de los verdaderos problemas del aeropuerto actual?

Nuestro aeropuerto actual en los primeros puestos de rentabilidad del Estado arrastra una serie de déficit que día a día los he venido  comprobando desde hace más de veinte años:

Tenemos dos terminales que no son nada originales. Llegar a Lanzarote, su puerta de entrada, no difiere nada de otro punto peninsular. Desde hace años los nativos estamos discriminados a usar otra  T1 diferente, de lo más pobre e impresentable, no gozamos de las ventajas de la T2 donde vuelan los viajeros nacionales e internacionales (como Fuerteventura y La Palma).

Existe una mala “urbanización” del recinto aeroportuario, calles en mal estado, asfalto carcomido,  mala señalización, falta un Parking para larga estancia y aparcamientos de los trabajadores.

Efectivamente el aeropuerto de Lanzarote está  encastrado  entre el mar, una zona turística, una residencial y una industrial, como casi todos, pero  donde quieras que lo lleves en el escaso territorio posible te va a pasar lo mismo.  Luego ahorremos la pasta del “estudio” y exijamos a AENA que invierta, mejore y nos haga una “Puerta de entrada diferente”.

 

En Tías de Lanzarote, a 27 de junio de 2018