¡Viva la Libertad de Expresión!

Movimiento UPC

Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario

En reiteradas ocasiones hemos tratado el recurrente y estratégico concepto de la libertad de expresión, que traemos a colación nuevamente por los denominados “papeles de Panamá”, que han arrojado luz y taquígrafos, por ahora, sobre parte del secretismo con el que los poseedores del capital lo ocultan para evadir los impuestos, por otra parte abusivos en la mayoría de los casos, de los Estados, necesitados de transparencia debido a la actual crisis del capitalismo y que en España, sometida a un medieval régimen monárquico y colonial, ha devenido en una depresión cuya ingente magnitud ha superado la de 1929 en USA.

Los “papeles de Panamá” se han filtrado al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, al que expresamos nuestras más sinceras felicitaciones, animándolo a continuar bregando por la libertad de expresión, que sin duda redundará en la profundización de la democracia y el desarrollo de sociedades avanzadas, investigación que debe extenderse a las instituciones financieras y su papel en el establecimiento de los paraísos fiscales.

Igualmente nos permitimos sugerir al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación que se habilite una web, de libre acceso para el público en general y la prensa internacional en particular, mediante la que se facilite el acceso, libre y democrático, a los 11.5 millones de documentos descubiertos, así como de los que aparecieran en un futuro.

En España, uno de los personajes descubiertos en los “papeles de Panamá” y de cuyo nombre no queremos acordarnos es el esbirro canario al servicio del caduco colonialismo español, Si on, el que instaló la gigantesca bandera franquista frente al Cabildo de Gran Canaria que, a raíz de la ponencia política del XVI congreso del Partido Popular (PP) envió a la representante en el País Vasco de su partido el siguiente mensaje, según publicó la prensa en su momento: «María, he recibido tu ponencia. ¡Arriba España!» y ya ex ministro de industria y ex diputado (cuatro años y cuatro meses), ex alcalde de Las Palmas (8 años), ex presidente del Cabildo de Gran Canaria, haciendo famosa la megalómana decisión de colocar su asiento siete escalones por encima del resto de los consejeros (4 años), ex vicepresidente y ex consejero de economía y hacienda de pseudogbierno de Canarias (3 años), ex presidente del PP en Canarias (17 años), también socio político favorito de “Colisión” Canaria, ahora también en decadencia, entre los que negociaban y negocian las migajas del colonialismo en los feudos provinciales de S/C de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria, ciudad en la que ejerció de alcalde entre 1995 y 2003, haciendo famoso el madrugador vuelo que transportaba, a cargo del erario público, mendigos a la metrópoli, que previamente habían sido trasladados a la colonia, como hizo el sinistro personaje Felipe González, el de los GAL, a raíz de la celebración de la EXPO-92 en Sevilla, cuyo paquete incluía hasta casa de protección oficial, de las que vendieron hasta las puertas.

Ayer mismo, 19 de abril de 2016, el esbirro de mayor rango civil en la colonia, imputado siendo aspirante a presidir el pseudogbierno de Canarias, el “genuflexo” Clavijo, como popularmente se le conoce por su humillante saludo al Borbón que representa la medieval monarquía, realizó público panegírico del ministro del petróleo, más que probablemente tentándolo a integrarse en sus maltrechas filas, como dos extenuados boxeadores que, para evitar la caída, se abrazan mutuamente y que si la “Colisión” fuera o fuese un partido democrático, así como si también lo fuera esta sociedad, en vez de una colonia envilecida por más de quinientos años de colonialismo, ya hubiera dimitido ¡El muy zorro, con perdón por el exabrupto y con todos los respetos al animal! ¿Aún duda alguien del por qué de la propuesta del pseudogobierno de Canarias de una ley del suelo para legalizar  la corrupción especulando con el territorio?

Nada más ser nombrado ministro se presentó en la metrópoli afirmando que “Canarias tiene petróleo y muy bueno”, haciendo gala de la más rancia esencia caciquil, sentencia que corroboró mediante la autorización a la petrolera REPSOL para realizar prospecciones frente a las costas canarias de Lanzarote y Fuerteventura (al tiempo que eliminaba las subvenciones a las energías renovables), en unas aguas que sólo a Canarias corresponden una vez libre del yugo colonial español, autorizaciones realizadas fuera de las doce (12) millas alrededor de cada isla que el ordenamiento jurídico internacional reconoce a España como potencia administradora de esta cada vez menos desdichada colonia, infracción de la legislación internacional que permitió al Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario recurrir ante el Tribunal Internacional del Mar de las Naciones Unidas tanto las prospecciones ilegalmente concedidas a REPSOL por el caduco régimen español como las concedidas a la petrolera KOSMOS por el régimen también monárquico marroquí, habiendo tenido que renunciar ambas petroleras, que todavía sufren en el mercado de valores el castigo de los inversores por atentar contra el medio ambiente, concretamente el banco pesquero canario-sahariano, la más importante zona de afloramiento de nutrientes de las cinco que hay en el mundo.

El ex aludido renunció, o lo “renunciaron” en plena campaña electoral, a su cargo de ministro en funciones desde el 20 de diciembre de 2015 por la negativa de Mariano Rajoy de someterse a la sesión de investidura, como era su obligación al haber ganado las elecciones y haber sido designado como candidato por el monarca Felipe VI de España y nada de Canarias, negativa interesada ya que de esa forma se impedía hincar el plazo para una nueva convocatoria electoral, lo que supuso de facto un golpe de Estado que los mantenía en el gobierno al utilizar una laguna de la antidemocrática constitución hecha a medida de la monarquía medieval, ahora borbónica, del borbonato.

El ministro renunció al aparecer como administrador de la empresa offshore Mechanical Trading Limites, registrada en la isla de Jersey, sin que nadie le agradeciera los servicios prestado.

 

Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario