Carta abierta a Don José Rodríguez, Director-Editor de El Día

   Desde el respeto y afecto que le he tenido me veo obligado a replicarle con relación al comentario de EL DÍA del 18 de enero titulado “Es el momento de la unidad”.

   Desde el respeto y afecto que le he tenido me veo obligado a replicarle con relación al comentario de EL DÍA del 18 de enero titulado “Es el momento de la unidad”. Un comentario que creemos que está fuera de lugar, y cuyo contenido contradice la finalidad de su título, a tenor del “correctivo” que usted pretende darme comparándome injustamente con “el perro del hortelano”, cuando en realidad al que se le puede atribuir ese calificativo, porque “ni come ni deja comer”, es a uno que estaba presente en la “histórica foto”, el que organizó esa desafortunada visita objeto del comunicado del Movimiento Patriótico Canario (MP) titulado “Unidos para que no haya unión”. Comunicado que creo que usted ha malinterpretado, pues no iba dirigido a su persona.

            Dice usted, Sr. Director, que en dicho comunicado José Luis Concepción “desmiente” que el MP estuviera representado en la mencionada visita, publicada en su periódico el 12 de enero. Lo más correcto sería decir que “denuncia”, porque eso fue un timo en el que involucraron al MP sin haberlo convocado, aunque tampoco hubiéramos asistido, pues lo repetimos, ha resultado ser una auténtica chapuza política, ya que no se puede anunciar una posible alternativa a Coalición Canaria, al tiempo que se mezcla con el MPAIAC. En tal sentido, no se han hecho valoraciones personales, sino políticas, pues todas esas personas que comparecieron se merecen respeto, pero desde una perspectiva política, repito, dieron una pobre imagen, se ha dado un gran paso atrás, como me han manifestado un destacado sindicalista canario y un político históricamente relacionado con ese movimiento de liberación. Y además de ignorar la propuesta del MP, no mencionaron para nada a Secundino Delgado, padre de la nación canaria, ni presentaron ningún proyecto. 

            Es evidente que la intención no fue la “unidad”, pues el convocante de esa visita, y al menos otro que lo acompañó, lo hicieron para romper la iniciativa del MP, como lo han hecho en otras ocasiones, especialmente en 2010, contribuyendo a debilitar la llamada unidad y a negarse a firmar un documento conjunto para actuar ante el Comité de Descolonización. Lo correcto hubiera sido que ese “partido” convocante tuviera en cuenta la propuesta del Movimiento Patriótico, pues en el comunicado y artículo publicados en EL DÍA el 5 y 6 de enero se anuncia la existencia del Consejo Supremo de Canarias y se hace un llamamiento a la unión, a la vez que se proponen fórmulas adecuadas para avanzar; por ello no procedía que a la semana siguiente alguien se tomara la libertad de convocar parcialmente sin haber celebrado una reunión previa, máxime cuando desde el MP se envió a todos, el 31 de diciembre, a través de internet, el mensaje siguiente:

            “Desde el Movimiento Patriótico Canario enviamos un mensaje de buenos deseos para el año 2013. Deseamos compartir y desarrollar, con todos los nacionalistas auténticos, el mejor proyecto para nuestra Patria canaria. Proponemos aglutinarnos para combatir a los enemigos de Canarias: el colonialismo español y la oligarquía insular. Debemos hacer un ejercicio de responsabilidad para defender a los más débiles, principalmente a los niños que pasan hambre. Como manifestó acertadamente Secundino Delgado, reservemos nuestros bríos para combatir al enemigo común. Luchemos, pues, pacífica y conjuntamente por la libertad de Canarias  y el bienestar social”. Mensaje que recibió el convocante en cuestión, pero como siempre no se manifiesta, para así actuar como el verdadero “perro del hortelano” oportunamente.

            Por todo ello, don José, debo repetirle que usted se ha equivocado con lo del perro del hortelano y que ha malinterpretado una crítica dura, pero necesaria. Tampoco proceden alusiones a “disputas generalizadas”, o “peleas internas” , ni a llamarme ingenuo, porque mi trayectoria  demuestra cuál es mi capacidad, incluso solicitando en Madrid, Bruselas y en Nueva York la libertad para Canarias, además del amor que siento por mi patria, por la que me he sacrificado muchísimo, al tiempo que he hecho sufrir involuntariamente a mi familia. ¿Qué constructor ha dejado esa actividad para empobrecerse y dedicarse a promover la cultura canaria durante 30 años? ¡Eso sí es ser ingenuo!  Usted me ha vilipendiado, Sr. Director, y no ha tenido en cuenta que el enemigo también se infiltra o actúa desde el exterior hábilmente para confundir y destruir.

 

                                                                       José Luis Concepción