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Gibraltar no es una colonia; Canarias, Ceuta y Melilla, sí

| 01 de octubre de 2012

EL PASADO martes, la Asamblea General de la ONU tuvo que escuchar pacientemente el consabido discurso del Sr. Rajoy, presidente del Gobierno colonialista español, representando a la Corona de España. Nos imaginábamos lo que iba a decir, pues desde siempre el Gobierno de Madrid, cuando tiene problemas interiores de todo tipo, saca la conocida cantinela de siempre que enarbolaba el franquismo y la Falange con la cuestión de Gibraltar.

EL PASADO martes, la Asamblea General de la ONU tuvo que escuchar pacientemente el consabido discurso del Sr. Rajoy, presidente del Gobierno colonialista español, representando a la Corona de España. Nos imaginábamos lo que iba a decir, pues desde siempre el Gobierno de Madrid, cuando tiene problemas interiores de todo tipo, saca la conocida cantinela de siempre que enarbolaba el franquismo y la Falange con la cuestión de Gibraltar.

Recuerdo que hace años, cuando el representante español en la ONU sacaba el caso, el británico, para hacerlo callar, declaraba: "Nosotros devolveremos Gibraltar el día que ustedes devuelvan a Marruecos Ceuta y Melilla", y se terminaba el asunto. Pero ahora la Corona española atraviesa una grave situación interna, pues está a punto de llegar el rescate por los disparates económicos de gobiernos anteriores socialistas e incluso del actual de la derecha, y por ello tiene que sacar lo de Gibraltar, cuando los anticolonialistas pensábamos que por fin la Corona española iba a reconocer ante la ONU que se aprestaba a descolonizar, mediante un calendario a establecer, los territorios africanos que ocupa desde hace siglos en el norte del continente: Islas Canarias, Ceuta, Melilla, islas Chafarinas, islotes de Vélez de la Gomera, Alhucemas, Perejil.

El Sr. Rajoy, como todos los políticos de la Corona española, ignora adrede lo que dice el tratado en el que España cede el peñón:

Tratado de Utrecht. Cesión de Gibraltar a Inglaterra. Artículo X. 13 de julio de 1713: "El Rey Católico, por sí y por sus herederos y sucesores, cede por este tratado a la Corona de la Gran Bretaña la plena y entera propiedad de la ciudad y castillos de Gibraltar, juntamente con su puerto, defensas y fortalezas que le pertenecen, dando la dicha propiedad absolutamente para que la tenga y goce con entero derecho y para siempre, sin excepción ni impedimento alguno".

Por haber firmado este tratado, España recuperaba la isla de Menorca, ocupada por los ingleses con motivo de la guerra de sucesión y abandonaba por cesión y para siempre (forever) Gibraltar. Luego esto no es un caso de colonialismo ni el roque de Gibraltar una colonia. Lo que sucedió es que cuando se formaron las Naciones Unidas se pidió a todos los países que dieran el nombre de sus colonias y territorios, pero como Gibraltar los ingleses lo denominaban colonia, como otros territorios, se puso por error en la lista de la IV Comisión o Comité de Descolonización. Cuando entró el gobierno de Franco, le pidieron que diera la lista de colonias, y Madrid respondió que no tenía ninguna colonia, sino provincias de ultramar; por eso no se incluyó Canarias, Guinea y Sahara.

Desde un punto de vista de derecho internacional, quien únicamente podría solicitar algún día la devolución de Gibraltar a la Corona inglesa sería una República española, ya que la cesión para siempre había sido firmada en 1713 por la Corona española a la inglesa, y no por un Estado español, es decir, una República, lo que no sucede ahora, pues sigue siendo Corona.

La Corona española sabe perfectamente que cuando se plantee oficialmente el caso de Canarias ante la ONU, como se estaba preparando en 1978, las Naciones Unidas le exigirán a la Corona española un calendario de descolonización; por ello recurrió en su día, el 5 de abril de 1978, al crimen de Estado de terrorismo internacional, el crimen de Estado o terrorismo de Estado llevado a cabo en Argel, donde estaba instalado el MPAIAC, como es público y notorio. Para volver de nuevo a la actualidad, todo depende de las movilizaciones populares unitarias que podamos organizar en Canarias los patriotas a favor de la autodeterminación y la independencia.

Las movilizaciones populares que están llevando a cabo ciertas organizaciones anticolonialistas en Marruecos son importantes y estamos a su lado, y todos los canarios deben ver con simpatía este movimiento, a pesar de las pegas que opone el propio gobierno marroquí, interesado en mantener relaciones con la Corona española antes que defender la integridad de su país, rompiendo incluso relaciones si fuera preciso. Nos extraña que organizaciones anticolonialistas conocidas como El Istiklal y la Unión de Fuerzas Socialistas no encabecen y dirijan estos movimientos por la recuperación de las ciudades ocupadas de Ceuta y Melilla y los islotes. Nuestro partido independentista, el Congreso Nacional de Canarias (CNC), brazo político del Movimiento de Liberación Africano de Canarias, el MPAIAC, apoya desde siempre estas reivindicaciones, pues mientras haya un solo metro de tierra africana ocupada por el colonialismo, África estará en peligro y no se habrá liberado del colonialismo europeo.

Miren ustedes nuestra situación actual, que por el hecho de que Canarias sigue dominada por la Corona española ha cedido las islas al pacto de la OTAN, y desde nuestro territorio se van a llevar a cabo intervenciones en el continente africano, con los peligros que conlleva. Como es lógico, existe en esta colonia un llamado Gobierno autónomo, que desde luego no va a protestar, al contrario, ya están pensando sus dirigentes autonómicos en los beneficios que podrían sacar con la presencia de las naves y aviones de la OTAN, sus tripulaciones y negocios a instalar en el puerto de Las Palmas y en las fotos que se van a hacer en los navíos, con sus señoras vestidas con mantones y peinetas españolas, imitando al presidente de dicho Gobierno, el exalcalde de El Sauzal don Paulino Rivero, que aunque canario se siente muy español, monárquico y europeo.

Los gobiernos africanos y países demócratas y anticolonialistas de las Naciones Unidas deben sopesar si es mejor que Canarias siga siendo una colonia europea o que se constituyan en un Estado africano, en una nación, es decir, lo que preconizamos los patriotas del Congreso Nacional de Canarias (CNC), brazo político del MPAIAC, una República Federal, Laica y Social, cuyo lema internacional es la neutralidad positiva y la laicidad, entendiéndose esta tal como debe ser ("el principio de laicidad no es la guerra a las religiones, sino el respeto de todas las religiones"), y cuya bandera es la independentista republicana de las siete estrellas verdes, que este próximo mes cumple el 48 aniversario de su creación en Argel, el 22 de octubre de 1964.

En base a este principio, el CNC reconoció en su día al MNLA, Movimiento de Liberación del Azawad, representando a los revolucionarios tuareg que se encuentran en el norte de la república de Mali, y porque este siglo XXI es el siglo de las identidades de los pueblos sometidos en todos los continentes. El hecho de que el Azawad sirva de refugio ahora a grupos terroristas musulmanes, como El Aqmi, Ançar Eddine y Mujao (Movimiento por la Unidad de la Djihad en el África del Oeste), Al Qaeda, teledirigidos por traficantes de drogas y armas, el salafismo, el whabismo y otros intereses ocultos para desestabilizar el Sahel, no quita que los representantes del pueblo tuareg, que no tienen patria, tengan razón como ha hecho el MNL en búsqueda de la patria que el colonialismo francés le negó en su día.

Debemos evitar problemas tan graves como el del Sudán, cuyas fronteras diseñó Inglaterra sin tener en cuenta el pueblo de Sudán del Sur, cristiano y animista, diferente de los de Sudán del Norte, musulmanes, árabes y antiguos traficantes de esclavos.

El Gobierno francés está muy preocupado por sus intereses en el Azawad, sobre todo de las explotaciones de uranio para sus fábricas de energía atómica, según ha hecho saber estos días en la reunión de la 67 Asamblea General de las Naciones Unidas, y Francia quiere implicar a países como España, por sus territorios coloniales en África.

Ha logrado el Gobierno francés que la Comunidad Económica de los Estados de África del Oeste forme una fuerza militar con el cuartel general en Bamako, pero está buscando en estos días un acuerdo urgente incluso del Consejo de Seguridad, aunque señala que no va a enviar tropas francesas al norte de Mali, pero estas son falsas promesas que pueden cambiar de un día para otro, y ya sabemos las consecuencias de una invasión de salvación. Francia tiene mucha prisa, porque acaba de conocerse su cifra de parados, que pasa de los tres millones, y quiere buscar salidas para sus parados y militares en aventuras africanas.

El CNC cree que ante todo esto debe ser un asunto a resolver entre la Organización de la Unidad Africana y países limítrofes, como Argelia, Níger y Libia, que deben supervisar todos estos movimientos, ya que se trata de una posible intervención extranjera en nuestro continente, con las consecuencias y derivas que esto puede acarrear. El MNLA es el único interlocutor válido e independiente que representa los intereses generales de los tuareg, de su lengua y de su cultura ancestral, y debe estar en todas las conversaciones, ya que busca el reconocimiento de una República Laica y Social, patria de los tuareg, a la cual hay que ayudar en su lucha y reconocerla, para combatir a los extremistas islamistas y otros infiltrados venidos de diferentes países para establecer en el Sahel una Djihad y Charia islámico-extremista, anticultural y antidemocrática, como cuando llegaron las tribus árabes y beduinas de Beni Hillal, en el siglo XII, destruyendo las culturas amazighs e imponiendo con la espada una lengua extraña, el árabe, y una religión.

El Gobierno colonial español tiene en estos días graves problemas sociales y políticos. En las televisiones y prensa del mundo entero se han visto en estos días los horrores de la intervención de las fuerzas de policía española contra los manifestantes en Madrid. Tiene también problemas en la metrópoli con el despertar de los pueblos europeos catalán y vasco, que luchan justamente por su autodeterminación e independencia, que les pertenece por derecho propio y que obtendrán en pocos años.

No nos extraña el comportamiento de la Corona española, a la cual echaron los pueblos sometidos en América y Oceanía. Por lo tanto, es tarea de los africanos ahora echarlos de esta parte que aún colonizan, ya que la Corona de los Borbones jamás se sentará por las buenas con los representantes de estas colonias para establecer un calendario de descolonización, sobre todo cuando se siente arropada y protegida por los grandes partidos políticos españoles PP y PSOE, que apoyan a la monarquía, al centralismo y al colonialismo.

Es una vergüenza que los socialistas y comunistas españoles, que tanta sangre derramaron durante la guerra civil española defendiendo el régimen legal republicano y sus instituciones, en la actualidad sostengan la monarquía española y su política colonial no solo en Europa, sino en el continente africano, donde nos hallamos los canarios.

A título recordatorio, señalamos que, en octubre de 1960, el Gobierno de la URSS en las Naciones Unidas, a través del representante de Ukrania en su delegación, puso sobre el tapete el caso de las colonias españolas en África y pidió la descolonización de las Islas Canarias. Hubo una reacción enorme de la prensa franquista y los ayuntamientos domesticados canarios enviaron a los gobernadores civiles y a Madrid sendos telegramas de apoyo al régimen y en contra de la toma de posición de la URSS, Ukrania y, después, de la delegación de Bulgaria sobre este tema.

En julio de 1962, asistí en Moscú al gran Congreso de la Paz, representando a Canarias dentro de la delegación española enviada por el PCE, donde expliqué cuáles eran las aspiraciones canarias en favor de la independencia, cosa que los republicanos españoles del PCE no aceptaban. Fue allí donde, el 5 de julio, el entonces presidente de la URSS, Kruschov, anunció a los cuatro mil asistentes congregados la independencia de Argelia después de una larga lucha de liberación de ocho años y un millón de muertos contra el colonialismo francés.

Uno de aquellos días, estando en los salones del Kremlin, en la plaza Roja, se acercó hacia mí un camarada soviético diciendo que si yo era canario y estaba de acuerdo con la independencia de Canarias. Le contesté afirmativamente, y entonces me contó que él era ucraniano y fue el delegado de la URSS que puso sobre el tapete la cuestión canaria y su descolonización, en 1960, en Nueva York, siguiendo órdenes de la delegación soviética, que quería denunciar todos los colonialismos europeos en el continente africano. Se lo agradecí en nombre de los patriotas canarios, pero me añadió que, meses después, estando también en los salones del Kremlin, se presentó un personaje hablando ruso e insultándolo poco menos por haber sacado la cuestión de Canarias en la ONU, diciéndome que ni yo ni los rusos sabían nada de Canarias, que estas islas eran una parte de España y de Europa y que los canarios no querían ser independientes. Ante mi asombro le pregunté el nombre del citado personaje y me dijo: Santiago Carrillo, secretario general del PCE.

Entonces comprendí y no me extrañó nada, pues conocía los manejos de Carrillo contra el independentismo canario y mis conversaciones con él y el Comité Central en París para que abandonase mis convicciones independentistas. Entonces le pregunté al camarada ucraniano cómo se explicaba esta actitud colonial de un comunista. Me dijo y aclaró que tanto los franceses como los españoles antes que comunistas son españoles centralistas y nunca han comprendido el levantamiento de los pueblos sometidos al colonialismo; que la guerra de Argelia fue dirigida por los gobiernos socialistas y con el apoyo de los comunistas hasta que al final llegó el general De Gaulle, que no era ni socialista ni comunista y resolvió la cuestión colonial negociando el problema de abandonar Argelia al FLN. Que los rusos desde muchos años antes, siguiendo la política de Lenin, sabían que había que apoyar la lucha de los pueblos colonizados, pero los comunistas europeos y los socialistas no lo comprendían.

En diversos congresos en Moscú, donde ya participábamos los movimientos de liberación africanos, me encontré a menudo con el general republicano Lister. Le fui convenciendo de la importancia de las luchas en las colonias y que había que apoyarnos, en lo que estuvo de acuerdo, pues luchando por la independencia de Canarias también se luchaba contra la dictadura franquista.

En 1974, en otro Congreso de la Paz que se celebraba en Moscú, me encontré con Lister y me dijo, por fin, que tenía razón sobre lo que le decía sobre Carrillo y que en Moscú, en este congreso, se presentaban dos delegaciones españolas: una, dirigida por él y la Pasionaria y otros dirigentes comunistas, y otra, enviada por Carrillo, dirigida por dos princesas de Borbón Parma y toda una serie de representantes españoles monárquicos y de otras tendencias, que ya habían negociado con la monarquía para ocupar el poder después de Franco. Ante esta bajada de los pantalones del carrillismo con su eurocomunismo, Lister acababa de escribir un libro titulado "Basta", donde se denunciaba todos estos manejos, que podían significar acabar estableciendo de nuevo en España la monarquía borbónica..., en vez de una república, como así sucedió.

Estos días se está celebrando en Tenerife el congreso de los socialistas canarios incluidos en el PSOE, todas cuantas decisiones y políticas vienen ya programadas desde Madrid. Fíjense bien que no se dice ni se dirá una sola palabra condenando el colonialismo español ni contra la corona ni, desde luego, nada sobre el derecho del pueblo canario a su autodeterminación e independencia ni tampoco sobre el establecimiento de bases de la OTAN en Canarias, aunque los canarios votaron no a dicho pacto militar, que como todos saben lo aceptó e introdujo en España y colonias el gobierno socialista de Felipe González.

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