La nueva etapa hacia la libertad de Canarias

            No vamos a caer en los errores del pasado. Por eso tampoco vale “borrón y cuenta nueva” en todos los aspectos, pues debemos tener en cuenta que en psicología hay una máxima que determina que el comportamiento futuro de una persona será equivalente al de su pasado. En este sentido, creemos que no está demás hacer un análisis de lo sucedido en los últimos 30 años, y especialmente en 1991, ya que en ese año se dieron dos fenómenos importantes desde una perspectiva soberanista.

 

            En 1987, el CNC se presentó a las elecciones y obtuvo entorno a 3.000 votos; cantidad similar al FREPIC. Para 1991 le sugerí al líder de esta última organización que las dos fuerzas se unieran y que el representante de la primera ejerciera de presidente y el la la segunda de secretario general. Idea que en principio no le disgustó, aunque no la llevarían a cabo. No obstante, sí lograron ponerse de acuerdo para concurrir a los comicios en coalición. Para esa campaña surgió un ambiente muy favorable y se fortaleció el optimismo con el lema: “por la independencia”. Varios centenares de vehículos, portando banderas con las siete estrellas verdes, recorrieron Tenerife en caravana y el candidato a la presidencia del Cabildo de esta isla se sentía seguro de sus posibilidades. Al final, las dos organizaciones solo obtuvieron la mitad de los votos conjuntamente, lo que produjo una fuerte decepción. ¿Tuvo algo que ver el mensaje radical, o fue el efecto ICAN?

            Sorprendente fue la constitución de Iniciativa Canaria (ICAN), formada, por una parte, por restos de la Unión del Pueblo Canario (UPC) y más bien por otras organizaciones como “Izquierda Nacionalista Canaria” y “Asamblea Canaria”, y por otra parte, “Izquierda Canaria Unida” (ICU), que era la versión del Partido Comunista de España en Canarias. Sucedió que esta formación obtuvo unos resultados electorales relativamente exitosos, por lo que finalmente se desvinculó del mencionado partido español y se unió nada menos que a Coalición Canaria, donde permanece. 

            No me gusta narrar en primera persona, pero las circunstancias me obligan a hacerlo con relación a lo anteriormente expuesto. En ese año de 1991, yo no militaba en ningún partido político,  aunque sí lo había hecho en la antigua UPC, hasta 1982 que me retiré decepcionado al observar que había demasiada desorganización e incoherencia en ideología nacionalista. Desde entonces, se habían producido mezclas electorales entre los llamados partidos nacionalistas de izquierda de esa época y  la izquierda española. Luego, un día de 1990, mientras viajaba en avión de Gran Canaria a Tenerife,  le comenté a un patriota de La Palma, que ya que esos partidos habían sembrado la confusión, al menos deberían unirse para las elecciones, aunque dejando claro quiénes eran nacionalistas y quienes no, a lo que él me contestó que le parecía imposible sentar juntos a  Wladimiro Rodríquez (ICU) y Oswaldo Brito, de izquierda nacionalista, ya que se habían estado acusando e insultando  públicamente.

            Al día siguiente, casualmente, encontré a Wladimiro en  La Universidad de La Laguna y le manifesté lo que le había dicho al patriota en el avión, y le sugerí que se arreglara con su oponente y pensara en Canarias. Increíblemente, no organizaron una coalición, sino un partido en el que la mayoría ha medrado económicamente en esa empresa de Cemento y Construcciones, además de contribuir al mantenimiento de esta colonia en la que miles de niños pasan hambre actualmente.

            Por todo ello, no podemos continuar cometiendo errores. Es el momento de reflexionar y de tener bien claro lo referente a posibles coaliciones electorales en el futuro y a gestiones diplomáticas conjuntas. Debe imperar la responsabilidad, la organización y el compromiso, frente a la mala imagen y a las actitudes negativas que algunos han generado desde que el Movimiento Patriótico Canario envió un mensaje el 31 de diciembre con buenos deseos para 2013, además de las propuestas que se publicaron el 6 de enero para avanzar. En el MP nos mantendremos al margen de comportamientos poco inteligentes, tendremos como mejor referente histórico a Secundino Delgado y desde el punto de vista social y económico a los países más avanzados del mundo.