Loable ha sido la intervención del consejero de Nueva Canarias (de momento) en el Cabildo de Lanzarote, Juan Manuel Sosa, en el pleno ordinario celebrado el viernes 27 de noviembre de 2015. Loable y destacable, puesto que anteponiendo los intereses partidistas de sus compañeros de formación, ha decidido ponerse del lado de las capas más desfavorecidas de nuestra maltrecha sociedad insular: los humildes ciudadanos (los de verdad) de a pie.
La actuación del consejero fue una verdadera lección para todos y cada uno de los representantes políticos que conforman la primera corporación de la isla. Y es que no sólo dio paso (y defendió) a las reivindicaciones de los colectivos sociales, sino que antepuso los intereses de éstos a los de la formación en la que milita actualmente… Curiosamente, los mismos colectivos sociales a los que estos políticos con representación en el Cabildo, acudieron durante la pasada Campaña Electoral en busca de sus votos. Y a los que ahora rehúyen cuando les reclaman que cumplan sus compromisos.
No sólo defiende el Doctor Sosa aquellas reivindicaciones ciudadanas que considera que coinciden con sus planteamientos; sino que además no duda en llevar a Pleno las Iniciativas presentadas por fuerzas políticas sin representación en el Cabildo. Porque entiende que su labor es defender todas aquellas propuestas que considera de justicia. Las firme quién las firme. Del color político-social que sea.
Porque esa es la esencia de un verdadero político, gobierne o no: atender todas las reclamaciones que presente la ciudadanía o sus representantes, presentarlas y debatirlas. Lo contrario sería (y es) el letargo institucional al que nos tienen acostumbrados los consejeros (los viejos y los nuevos). Unos, los oportunistas, aprovechan las reclamaciones de determinados colectivos sociales, haciéndolas suyas y olvidándose de la fuente; otros, los interesados, pican de un lado y de otro, para adaptar cualquier reclamación a sus propios intereses partidistas (y algo más); el resto, simplemente, se adapta a las directrices de su organización, aunque su cúpula esté a 2.000 kilómetros de distancia… Creándose con ello un distanciamiento con la ciudadanía, a la vez que una distorsión de la realidad social.
Juan Manuel Sosa tomó larga nota de las principales reclamaciones de los vecinos, desde mucho antes de la pasada Campaña Electoral de mayo de 2015. Y tal como se comprometió con los vecinos (el verdadero motor de la clase política), si llegaba a tener “representación” en el Cabildo, las defendería una a una. ¡Y de momento lo está cumpliendo! Aunque ello le cueste alguna recriminación malintencionada por parte de alguno de sus destronados compañeros de formación.
Curiosamente (y quizás no tanto), durante la celebración del pasado Pleno en el Cabildo, el Consejero de la formación “Ciudadanos” exclamó con sorna que “Sosa se está convirtiendo en el consejero de Titeroygakat, VECINOS UNIDOS y San Borondón”, en clara alusión a las formaciones cuyas Iniciativas había defendido éste en el Pleno. Y el portavoz de NC sonrió. Pues sin pretenderlo, Benjamín Perdomo le había dedicado un gran cumplido…
Y es que el Doctor Sosa está muy orgulloso de ser considerado el Consejero de los colectivos sociales, de los vecinos, de la gente de la calle (con o sin adscripción política). Sin importarle los intereses partidistas. Mientras que otros cacarean en los plenos, sin recordar (o sin querer hacerlo) que son esos mismos colectivos a los que tan desesperada y risueñamente acudieron en la campaña electoral en busca de sus votos.
¡Aires nuevos en el Cabildo de Lanzarote!