¡Se vende el Puerto de La Luz de Las Palmas de Gran Canaria!

 

Más parcelas de las infraestructuras portuarias para la especulación y el negocio de la empresa privada. Hablo de la concesión que, por 50 años, le quieren adjudicar, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y la Autoridad Portuaria de Las Palmas, a la familia Kiessling –propietaria de Loro Parque. Teniendo en cuenta que a FCC se le adjudicaron los parquímetros de Las Palmas por 10 años y todavía los explota con el nombre de otra empresa, lo que se hace en esta colonia no son contratos temporales sino venta de los servicios y del suelo públicos a la empresa privada.

Me entero del asunto por un periódico amarillo, de estos ultramarinos, y para mí no tendría inconveniente la potencial inversión, si no fuera porque la ley se aplica a capricho y se infringe, por la fuerza, cuando se trata de las instituciones, las grandes empresas y otros grupos de presión, estos últimos quienes dirigen y diseñan los planes generales urbanos y las infraestructuras que se han de hacer en Canarias.

 

Creo que los equipamientos de los puertos deben estar relacionados y destinados con y a la actividad del puerto –contrariamente al ocio y el negocio que algunos de estos acostumbrados a los pelotazos quieren emprender– y peor aún cuando es la Autoridad Portuaria, dependiente del Ministerio de Fomento, la que tendría que velar por que la ley no se vulnere, acción que, en consecuencia, hay que señalar cuanto menos de poco ortodoxa.

Sí es evidente que hay un agravio comparativo cuando las administraciones aplican la ley, pues la Demarcación de Costas algo tendría que objetar cuando se intenta construir equipamientos en Dominio Público Marítimo Terrestre, para actividades de lucro privado y contrarias al fin que se establece para los puertos estratégicos y de movimientos de mercancías.

Cardona por un lado e Ibarra por otro no son un buen cóctel para la legalidad, pues a los antecedentes hay que remitirse y el último es el caso Canódromo. De todas formas, no se puede dejar fuera a las demás formaciones políticas que han mostrado su beneplácito y complacencia, no sólo en este tema sino en otros que parecen pasar al olvido como es la especulación en Guanarteme.

 

Por señalar un caso singular, tanto la AA.VV “La barriada” como otras de la zona, al margen de luchar –en un principio– contra la especulación y la manifiesta corrupción institucional –cuando querían expulsar a los vecinos de Guanarteme con un deslinde adulterado que liberaba, sabemos por qué, a ciertos edificios–, nos opusimos al esperpento que se quería hacer en la parcela de la CICER, por rebasar el deslinde y meterse en la playa en vez de retranquearse como le pedían al resto de los vecinos, reclamaciones que llegaron a los juzgados y que tanto fiscales como jueces se inhibieron o desestimaron. Como anécdota, no puedo soslayar el acto de resistencia de un grupo de vecinos y de independentistas –particularmente el fenecido compatriota Cardoso y la compañera Yolanda, quienes se encadenaron a los hierros del techo para que las cubas no echaran el hormigón– sacados a la fuerza por los cuerpos represivos coloniales y conducidos a la comisaría hasta pasar a dependencia judicial. Quién diría que, ahora mismo, aquel despropósito urbanístico que se hizo en la parcela de la CICER en legislatura de la alcaldesa Luzardo –natural de “Triana alta”–, se está derruyendo por mandato de su homólogo actual, José Cardona, sin que existan responsabilidades políticas ni penales, o que paguen de sus bolsillos la dilapidación del dinero público, tanto por construir ilegalmente como por derribar. No obstante, todo es silencio ante la corrupción, excepto si robas un saco de papas, acción por la que te impondrán la ley, diez años después, si hace falta.

Es lo que tenemos en esta colonia por seguir siendo una colonia. Mientras a los vecinos de Guanarteme se expropiaban aplicándole un deslinde amañado, en el otro extremo de la Playa de Las Canteras, al “Club Victoria” se le facilitaban instalaciones y al restaurante “La Marinera” se le autorizaba construir en Dominio Marítimo: encima del marisco.

En el poblado marinero de Chovito, más de lo mismo: vergonzoso agravio comparativo con el hotel que está a su vera.

Somos concientes de que la Demarcación General de Costas quiere derribar todos los asentamientos marineros de la ribera, arrasando, no sólo con la construcción que le da singularidad al paisaje, sino con la historia e idiosincrasia de un pueblo y una nación como la canaria, rodeada de agua por todas partes, y haciendo concesiones al respecto en los poblados de la costa de España.

 

A Canarias se le impone todo lo que se le antoja a la metrópoli –he dicho siempre que por el esbirrismo de nuestro gobierno colonial– y no menos por la indolencia de nuestro pueblo que, salvo pequeñas excepciones, no muestra actitud de rebeldía e insumisión ante los atropellos y tropelías de los gobiernos fascistas y colonialistas españoles que hasta ahora han gobernado.

 

¿No sé a qué espera nuestro pueblo?, ¡no sé si será conciente de que las leyes de España y las hechas en la colonia están para que las cumplan quienes el poder quiera! ¿Sabrá que ese Poder Judicial que se arroga impartir la justicia y la equidad, es un aparato de coerción para someter a los débiles y salvaguardar a los ricos? ¿Sabe que las Fuerzas de Seguridad del Estado y de la Colonia no están para defender los intereses del pueblo sino el de los corruptos y los poderosos? ¿Sabrá nuestro pueblo canario que España nos arruina, que bajo sus leyes depredan nuestras riquezas y nos matan de hambre? ¿Sabrá el pueblo canario que España ha sido, es y será nuestro cáncer? ¿Sabrá que nuestra solución está en la independencia y que España no tiene remedio porque es un país en bancarrota, además genéticamente corrupto?

¿Y si sabe todo esto, a que coño espera, a ser cadáver?, ¡pues esclavo ya lo es!