Correr sin camiseta, prohiVilla.

Permítanme que hoy me salga del MONOTEMA con el que yo me manejo, el fútbol, para darle una ligera pincelada a un asunto que aparte de pintoresco, me parece incómodo de digerir.

Me refiero a la MALDAD y la GOLFERÍA que ahora supone correr sin camiseta por mi pueblo, Tahiche, tras la brillantísima idea que han tenido desde el Consistorio de La Villa en EMPALAR una ordenanza que obliga a todo cristo a llevar un trapo sobre pecho y espalda, así sea una cortina.

Para un corredor habitual y del montón como yo, y que en VERANO, cuando aprieta el astro rey, suele prescindir de la camiseta, supone una restricción tan innecesaria como incomoda.

Puestos a PROHIBIR, no estaría mal otra ordenanza donde restringieran la indumentaria altanera de alguna de SUS ILUSTRÍSIMAS PERSONALIDADES, por eso de que todo el mundo no tiene ni puede.

Palabra de Dios.