El agua, no es agradecida, porque estropea los carnavales.

El agua, no es agradecida, porque estropea los carnavales.Toda vez ya no hay agricultores, como que sobra el agua, y si viene, viene a fastidiar, por más que limpie las calles, y moje la tierra. Curioso el jaleo y la trapisonda que forman las “autoridades” por las tres gotas de aguas caídas, con algún que otro granizo, que no llega a nieve, sino en plan ridículo. Y para ello tanta alerta, ya se ocuparan de no matar las Cabras y dejar de plantar pinos, que nos empobrecen y meten en la miseria cada día más y más. El riesgo no es el agua caída o por caer, sino los pinos que absolutizan la tierra isleña. ¡Ya quedaran agricultores que se alegraran por el agua en chubascos! Porque salvo tres parras y ya viejas, ¿a qué siembra o plantación y cultivo beneficia? Alarma por algunas gotas de aguas (que desde que el mundo es mundo, siempre ha llovido), y no se alarman del pinar en el que se está convirtiendo la isla y ya sin cabras, sino porque llueve. ¡Ya lloviera como antes, pero...! Lluvias que no crean problemas, sino paro en actividad política (¡más vacaciones!). Aguas sin correntías, ni arrastres; y por ello, ¡cuántos avisos, cual si del diluvio universal se tratara! De vergüenza los Medios de desinformación se forren con comentarios y fotos en torno a la mayor de las normalidades, sin importancia. Pero, ¡si nada hay plantado!, ¿a quién y a qué beneficia el agua, si por su culpa los carnavales se han interrumpido, con toda su parafernalia? Los que se empapan –y no de gua- son los periodistas, y los muchachos de la prensa sea escrita, hablada, televisada y por los modernos medios de internet y demás (electrónicos y otros). A este paso, nos vamos a asustar, hasta porque salga la luna entre nubes, o el sol brille en su esplendor (y tengamos que usar gafas y no salir de casa). Ya de mojarse, se mojará el que vaya desprevenido sin paraguas, porque las plantas, como no sea la maleza que se multiplicará (tabaibas, beroles, tajinastes, rabosdegato, etc.). Eso sí, las carreteras en mal estado, van a estar aún peor, y es que el agua ya no nos trae sino problemas; menos mal, que ya no llueve como antes, a Dios gracia; pues, ¿y para qué?

 

El Padre Báez, Pbro. 01-02-18