El pastoreo, un oficio que desaparece.

El pastoreo, un oficio que desaparece.

 

El pastoreo, un oficio que desaparece: Toda vez no se practica el pastoreo, éste tiene los días contados, y solo son Historias del pasado, que cada vez se borran más con el tiempo.

Hace unos setenta (70) años, más y menos el cabildocomenzó a plantar pinos donde pastaban las ovejas y las cabras, con lo que los pastores comenzaron la retirada, y a menos, y a más lo pinos y la tierra robada a los ganados, y hemos llegado a que van a por todas, a llenar la isla de pinos, con lo que, que exista un solo pastor en breve va a ser algo imposible, y toda vez el pastor ya no es pastor sino explotador de una ganadería, podrá tener bajo techo, y sin salir al sol un puñado de cabras u ovejas, pero alimentadas con piensos y paja seca traída de fuera, es cosa la de los pastores, que van a quedar en cuentos, y en libros, pero no en la tierra y sin ganados.

Cierto y verdad es que haberlos ahílos, pero pocos y ancianos, y de tal manera que el que tenía trescientas (300) cabras, hasta hace poco, ahora tienen tres (3): Tan verdad como Dios que está en la Gloria. Un joven con cabras se te saltan los ojos y no lo ves, pero es que das la vuelta a la isla y la cruzas en direcciones mil por su interior –eso me pasa grabando cada semana mi programa televisivo- y no ves un pastor por ningún lado; ves, y eso sí, a un montón de ellos, a los del miedo ambiente, en sus coches paseando y prohibiendo toda manifestación agrícola y ganadea en la isla.

Por tanto, el pastor y el pastoreo, es o comienza a ser una estampa del pasado (pues como Miguelito Jiménez, en Caideros de Gáldar, todos ya retirados, enfermos, ancianos y moribundos. Y pensar que desde los tiempos guanches de siglos anteriores al XIV (desde III .d.C.), desde siempre se practicó, y hasta hace una centuria atrás, de forma amplia y total, y lentamente a menos hasta desaparecer, salvo residuo testimonial y último, sin tradición, ni conocimiento del arte de ser pastor, sino un simulacro.

Y con el pastoreo desaparece a la par la trashumancia, todo un espectáculo lleno de belleza y encanto. Es decir el pastor y el pastoreo fue algo de suma importancia entre nosotros, pero venido a menso desaparece sin pena y con mucha gloria en el pasado.

Y es que para sobrevivir era indispensable pastos -ahora sin ellos (los pastores)-, y sin ellas (las cabras y ovejas), tenemos paro y hambre, miseria y dependencia del exterior respecto a todo, y o se vuelve al pastoreo o seguimos aumentando el paro y el hambre y cada vez en Cáritas tocan a menos al ser más, y ya sabemos el cabildo las mata y solo planta pinos donde antes habían ganados.