Hoy martes 22 de septiembre se cumplen 38 años de la muerte a tiros del joven Bartolomé García Lorenzo, a manos de 6 agentes de la Policía española que lo habían "confundido" con El Rubio. Curiosamente, ninguno de los homicidas cumplió condena alguna, pese a la "sentencia firme" del Tribunal Supremo. Peor aún, todos ellos ascendieron en su escalafón, como si no hubiera pasado nada.
Los hechos se remontan al año 1976, cuando las fuerzas de seguridad españolas estaban centradas en la búsqueda de Ángel Cabrera Batista "El Rubio", a quién consideraban responsable del secuestro y la muerte del industrial tabaquero Eufemiano Fuentes (cuyo cadáver no fue encontrado). Pero pese a que las pesquisas se centraban en la isla de Gran Canaria, un presunto "chivatazo" sin fundamento alguno, alertaba de la "presencia" del sospechoso en Tenerife.
Según la información oficial, las Brigadas Social y de Investigación Criminal así como la Policía Armada (herederas del franquismo), recibieron el aviso de que en la Barriada de Somosierra (Santa Cruz de Tenerife), en la vivienda de la joven Antonia Lorenzo, "se refugiaba El Rubio". Y hacia allí se dirigieron las fuerzas policiales españolas, en la madrugada del 22 de septiembre.
- 30 impactos de bala
Pero "El Rubio" no estaba allí. En el interior de la casa se encontraba el estudiante de 21 años, Bartolomé García Lorenzo, primo de la dueña de la casa. El cual, siempre según el sumario, cuando abrió la puerta "se encontró a un grupo de hombres armados", motivo por el cual "cerró con prisa". Y los policías, sin presentación alguna, comenzaron a disparar indiscriminadamente: ¡en la puerta se contabilizaron hasta 30 impactos de bala!
Según refleja el Informe Forense, Bartolomé García recibió 4 impactos de bala en su cuerpo: "una, en el brazo; otra, en la arteria humeral, y dos, en el vientre, que le afectaron al hipocondrio, con desgarro del lóbulo del hígado como ascendente y transverso, con estallidos múltiples en la región rectoperitoneal, así como en la región epigástrica superior izquierda, que determinaron su fallecimiento".
- "Condenados" en dependencias policiales
Los seis agentes implicados en la muerte del joven fueron identificados como: Juan José Merino Antón, José Antonio del Arco Martín, José María Vicente Toribio, Ángel Dámaso Estrada, Juan Gregorio Valentín Oramas y Miguel Guillermo López García. Todos los cuales fueron procesados el 16 de octubre del mismo año, y "separados de sus funciones". Pero en aquella época, el "fuero policial" los libraba de ingresar en prisión, por lo que los 4 agentes del Cuerpo Superior de Policía cumplieron la prisión preventiva en la Comisaría de Santa Cruz; y los 2 de la Policía Armada en su propio cuartel.
Peor aún: el 20 de octubre fueron trasladados a Madrid, donde dos centenares de policías los recibieron en el Aeropuerto, "como gesto de solidaridad"...
- Condena no cumplida
El 15 de febrero de 1982, la Sala Penal de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, condenó a los 6 funcionarios policiales a "dos años de prisión y suspensión de todo cargo público, profesión u oficio", como "autores de un delito de homicidio con la concurrencia de la circunstancia eximente incompleta del cumplimiento del deber". Asimismo debían indemnizar a la familia del joven fallecido con ¡4 millones de pesetas!
La misma sentencia fue considerada "firme" por el Tribunal Supremo, a finales del mismo año. Pero nada fue como se dijo...
Aún cuando se supone que los funcionarios policiales "condenados" no tienen derecho a ascenso en su escalafón, aquí fue todo lo contrario: Juan Merino fue ascendido a subcomisario en febrero de 1981; el inspector Jose Antonio del Arco fue nombrado Jefe de Contravigilancia en la Unidad de Protección de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana de Madrid; el inspector Vicente Toribio fue adscrito a la Comisaría Provincial de Zamora; el inspector Ángel estrada fue destinado a Madrid... El propio del Arco llegó a formar parte del Servicio de Escolta del Ministro de Sanidad, Ernest Lluch, hasta julio de 1986.
El remate de esta historia fue cuando, el 28 de enero de 1986, la Audiencia Provincial dictó un Auto en el que declaraba "extinguidas las responsabilidades de los agentes en el homicidio de Bartolomé García...". Tal y como publicó elpais
- En memoria de Bartolomé (Dácil Ayt Tilelli)
Qué montaña tu muerte, camarada,
qué cráter colosal has encendido;
sobre un montón de muertos te has erguido
Detrás de ti enrojece la barriada,
esta misma barriada en que has caído;
pero tu fosa no es sepulcro : es nido
donde la Matria nace, liberada.
Tu nombre, rebotando ya en la muerte,
perdurará como tronada fuerte
que todo el Archipiélago amplifica.
Tu sangre llueve, nos fecunda y cala,
porque la libertad no se regala,
sólo, con heroísmo, se edifica.