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Sobre nuestro rey Juba II

la verdad de lanzarote  |  17 de febrero de 2013 (17:50 h.)
MANUEL ZANATA: Es indignante ver cómo gente sin el menor fundamento se atreven a hablar o a escribir sobre nuestra historia a la que ellos llaman Prehistoria que, o por desconocimiento, ignorancia o mala intención y buscando el apoyo y “reconocimiento” de sus amos allá en su metrópoli del alma, se atreven a hacer especulaciones y conjeturas fuera de todo valor serio y científico

 

Es indignante ver cómo gente sin el menor fundamento se atreven a hablar o a escribir sobre nuestra historia a la que ellos llaman Prehistoria que, o por desconocimiento, ignorancia o mala intención y buscando el apoyo y “reconocimiento” de sus amos allá en su metrópoli del alma, se atreven a hacer especulaciones y conjeturas fuera de todo valor serio y científico.

Recuerdo que cuando el profesor Thor Heyerdahl, máxima autoridad mundial en Etnología, hizo sus primeras declaraciones acerca de lo que parecían pirámides en Güímar, pirámides escalonadas, del arquitecto egipcio Imhotep, estos “científicos” se reían, hacían chanzas y no solo eso, daban opiniones descalificando a este científico. Estas cosas solo pueden producirse en una colonia cochambrosa como es el caso de Canarias. Que un bruto ignorante y zafio haga una “tesis” rebatiendo los informes de un científico de reconocimiento mundial como era el profesor Thor Heyerdahl solo puede verse en una película de los hermanos Marx. Eso sí, sobre nuestra historia ellos hacen “sesudas” interpretaciones sacándolas del texto, debe ser del “catón” o de algún historiador español casi siempre tendentes a ver nuestra historia desde su posición arrogante e imperial y menospreciando la nuestra, que la reducen a la de los conquistadores, henchidos de fe católica contra unos seres ignorantes a los cuales había que “educar”, ya que no sabían leer, escribir y hablar “como Dios manda” que para eso Dios hablaba castellano, perdón, español. Bruto: si no sabes cállate, que yo no hablo de disciplinas que desconozco.

Hoy me gustaría rememorar a nuestro gran Rey Juba II y su expedición a las Islas Canarias. Flavio Filóstrato hablaba en uno de sus escritos: “He leído en el Tratado de Juba II que los elefantes se ayudan mutuamente cuando están siendo perseguidos y se defienden hasta el agotamiento, y cuando están fuera de peligro, ungen sus heridas con las lágrimas del árbol del  aloe, manteniéndose de pie, a su alrededor, como los médicos”. Infinidad de datos como este, como dar nombre a las euphorbiaceas, hacer un recuento de todas las tribus del Atlas plasmando en el papel el nombre de cada una como los canarii, parientes de los canarios de nuestro Archipiélago, al cual dio su actual nombre, creo que es hora de tener en cuenta a este personaje de nuestra historia.

Juba II, Rey de la Mauritania Tingitana, estuvo casado con Cleopatra Selene, hija de la gran Cleopatra de Alejandría y Marco Antonio, y que tuvo un hijo llamado Ptolomeo. Pasó su niñez y adolescencia en Roma, donde se educó teniendo una vastísima formación y escribiendo en las tres lenguas que hablaba: el púnico, el latín y el griego.

Tuvo una amplia y prolífica producción literaria de las cuales solo nos han llegado pocos fragmentos. Se hablaba de él, de ser “el más docto de los reyes” y de “hombre extremadamente sabio”. Durante 48 años fue rey de la Mauritania, tanto de la Tingitana como la Cesariensis, administró el legado púnico de su familia desde Masinissa hasta su padre, Juba I.

El Reino de Mauritania terminó con el reinado de su hijo Ptolomeo, del 23 al 40 d.C. Asesinado de forma cruel por el sanguinario y déspota romano Calígula, por haberse presentado ante él con un manto de púrpura, ante los ojos del vil europeo esto fue una muestra de arrogancia de un “bárbaro africano”, colmando así el vaso de su brutalidad y prepotencia.

Creo que esta es una muestra de que los tiempos no han cambiado mucho… Aún siguen los españoles que nos dominan ordenando lo que debemos o no hacer antes de pedirles permiso y menos protestar ante la esquilmación de nuestros recursos. Deberíamos tener una gran consideración a este gran rey adelantado a su época que enumera la geografía, fauna, botánica relacionadas con nuestro archipiélago y la parte continental africana.

Hasta la próxima, amigos. Asuden Imidawen.