22:25 h. jueves, 01 de mayo de 2025

EL CÍRCULO DE LA POBREZA EN LA ECONOMÍA CANARIA

 |  01 de mayo de 2025 (18:07 h.)
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Ricardo González Roca Fonteneau - Grupo Canario de Opinión (Presidente)

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La situación laboral y salarial en Canarias es realmente alarmante y preocupante porque refleja una profunda desigualdad estructural que perpetúa la pobreza y la exclusión social en el archipiélago.

A pesar de ser el territorio de ultramar  más turístico del Estado Español, con una economía que debería garantizar bienestar a sus habitantes, los datos nos muestran una realidad muy distinta.

Ya no podemos negar que tenemos una precariedad laboral generalizada y alarmante. Los datos nos muestran una realidad triste y desoladora mientras algunos políticos que gobiernan parecen sacar pecho queriendo hacer ver que todo va bien.

Según los últimos datos publicados por los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), el 39% de los trabajadores canarios cobraban en 2023 menos del salario mínimo interprofesional (SMI), situando a Canarias entre las comunidades autónomas con mayor precariedad laboral del Estado Español y de la Unión Europea. 

Este porcentaje supera la media del Estado Español del 36,9%, evidenciando una situación especialmente grave en el Archipiélago Canario.

No podemos negar, a la vista de los datos que se conocen, que tenemos unos salarios bajos y sufrimos pérdida de poder adquisitivo, año tras año, con respecto a otros ciudadanos del Estado español, siendo, a su vez, de los más bajos de la Unión Europea.

Canarias, como país y territorio de ultramar, está a la cola del Estado español con el salario medio más bajo en 2023, con un total de 1.987,9 euros mensuales, solo por delante de Extremadura. 

Además, a pesar de que los salarios nominales han aumentado, la inflación nos ha erosionado el poder adquisitivo a los trabajadores canarios, que hemos perdido un 1% en 2024, mientras que en la mayoría del Estado Español ha aumentado un 2,5%. 

Los elevados niveles de pobreza laboral y exclusión social que nos amenazan y se perpetúan como un grave problema estructural enquistado en la sociedad civil canaria,no se están abordando, por las organizaciones políticas con representación en las instituciones canarias, con decisión y eficacia.

Es una realidad sabida que tener un empleo en Canarias ya no garantiza a nadie salir de la pobreza, ni vivir con dignidad, ni acceder a una vivienda.

Según datos de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social, el 65% de los trabajadores canarios tienen dificultades para llegar a fin de mes, y un 14% enfrenta serias dificultades para acceder a servicios y productos básicos como alimentos, agua y luz, sin mencionar el acceso a la vivienda que se convierte en odisea imposible.

Por otro lado, nos encontramos con la pobreza infantil que alcanza niveles alarmantes y dramaticos , con nada menos que un 44% de los menores en riesgo de pobreza o exclusión.

Este porcentaje supone que 158 mil menores canarios y canarias se están criando en ámbitos familiares inmersos en la pobreza, condenándolos al abismo de un futuro de precariedad.

Nos encontramos inmersos en un círculo vicioso de pobreza a pesar de tener un empleo y por consiguiente, se arrastra también un bajo nivel de consumo que no beneficia al desarrollo en el ámbito económico.

Observando la combinación de salarios bajos y alto coste de vida, entendemos como se ha llevado a Canarias a tener uno de los peores datos de consumo por persona en el  Estado Español ( penúltimo lugar) y de la Unión Europea.

En 2023, el gasto por persona en las islas fue de 11.373 euros, casi 25 puntos por debajo de la media del Estado Español.

Esta situación perpetúa un círculo vicioso donde la baja capacidad de consumo limita el crecimiento económico y la creación de empleo de calidad.

Es una rueda que nos pasa por encima y aplasta las oportunidades de progreso para negarnos la posibilidad de una mejor calidad de vida y por consiguiente, oportunidades de progreso y dignidad.

Cuando nos adentramos a  analizar con detalle la realidad laboral y salarial de Canarias vemos que estamos inmersos en una situación socioeconómica que resulta insostenible en el tiempo y que requiere de una intervención urgente y decidida.

Si, a estas alturas, no tenemos claro que es imprescindible implementar políticas que fomenten la creación de empleo de calidad, impulsando una necesaria y obligada diversificación económica que aporte mayor valor añadido a la economía canaria , que aumenten los salarios y reduzcan la desigualdad, entonces es que no hemos comprendido nuestra propia realidad y nos auto condenamos al ostracismo social y económico.

Sin un verdadero gobierno canario que adopte medidas estructurales, con una planificación a medio y largo plazo, que aborden las causas profundas de la precariedad, Canarias seguirá atrapada en un ciclo de pobreza y exclusión que lastra su desarrollo y el bienestar de la población canaria.

Quienes nos han traído a esta situación socioeconómica y laboral durante los últimos 49 años, no pueden venderse a la sociedad como los portadores de las soluciones que nunca han querido implementar.

El archipiélago necesita un cambio político profundo, planificado con seriedad, una hoja de ruta de devuelva la esperanza y la dignidad a una sociedad cabizbaja, decepcionada y frustrada que no encuentra escucha en los actuales gobernantes que ignoran y desatienden las necesidades reales de la sociedad civil canaria.

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Ricardo González Roca Fonteneau

Grupo Canario de Opinión

Presidente