La sentencia del Tribunal de Arbitraje sobre el Derecho Internacional del Mar, sobre el caso Arctic Sunrise, deja bien claro “que la protesta en el mar es una actividad lícita en relación con la libertad de navegación”. Esto significa que se puede protestar contra las prospecciones petrolíferas en cualquier mar del mundo. Incluyendo el mar de Canarias.

  Greenpeace ha anunciado que después de la negativa del Ministerio de Fomento de liberar el barco Artic Sunrise, retenido en el muelle de Arrecife (Lanzarote), ha reunido los 50.000 euros que el Estado había impuesto como aval para permitir que el barco siga navegando en la defensa del medio ambiente.

El barco "Arctic Sunrise" llega al puerto de Lanzarote. Una multitud se agolpa para recibirlo, entre vítores y gritos de rechazo a las prospecciones, y de descontento hacia Repsol y el Ministro de Industria. El clamor de la sociedad canaria contra las prospecciones es unánime: no quieren una actividad que pondría en risgo la actividad económica y el valor medioambiental de las islas.