00:59 h. viernes, 26 de abril de 2024

¿Existe una conjura antimonárquica?

| 07 de abril de 2013

 

Definición de conjura. Pacto secreto de un grupo organizado, contra alguien o contra una institución del Estado. Podremos encontrar sinónimos como complot o conspiración.

Exposición:

Desde un tiempo a esta parte podríamos considerar que, presuntamente, se ha puesto en marcha un plan urdido por conjurados que, aparentemente lejos  de estar ubicados en el ala republicana de izquierdas, se encentraría mucho más centrado en un republicanismo, que podríamos denominar conservador o aristocrático aburguesado y/o del mundo del capitalismo.

Las razones que llevan la tesis en la dirección indicada en el punto anterior, proceden de un sinfín de detalles, que de verse aisladamente nunca se pensarían que forman parte de un todo, es decir, como de un rompecabezas se tratase.

Bien es cierto, que los propios miembros de la realeza han contribuido a formar el clímax contra ella misma; baste echar una ojeada a las hemerotecas y videotecas nacionales e internaciones, de los últimos diez años, para ver la certeza de lo afirmado. (1) y (2)

En segundo lugar, los propios medios de comunicación de este País, han sido cooperadores necesarios, pues han participado –todos-, unos más que otros, por razones variadas y diversas, en una especie de código de silencio en signo de respeto, respecto a efectuar cualquier tipo de crítica, políticamente incorrecta, contra la Casa Real o cualquiera de sus miembros, pues estaba admitido que había que correr un velo en aras de la defensa de lo que podríamos denominar el mal menor.

En cuanto al Parlamento y el Senado, se podría decir que han tejido una red de protección que, contrariamente a lo esperado, más que proteger han damnificado; por supuesto, que existen casos excepcionales como el del Senador Iñaki Anasagasti (3), pero como diría el refranero español, “la excepción ha confirmado la regla”, y esa ha sido, hasta la fecha, el obviar o mirar a otro lado.

Otra pieza del rompecabezas, pero no por ello la de menor importancia, ha sido la propia actuación tanto de los responsables de imagen de la Casa Real, cuanto de algunos de los propios miembros de la realeza, que se han dejado contaminar por moda o aptitudes poco edificantes; lo que ha contribuido a la perdida de la buena imagen que hasta hace escaso tiempo se habían granjeado entre gran parte del pueblo.

Centradas las partes principales de la tesis del descrédito de la institución, expuestas en los párrafos anteriores, el rompecabezas está aún incompleto, pues resta introducir una de las partes del mismo, de gran importancia, y esa es junto con las ya indicadas, la que queda fuera del común, es decir, la que probablemente lleva más tiempo de rastrear y unir al conjunto, para formar el puzzle o rompecabezas resultante; nos estamos refiriendo, a la existencia de una presunta conspiración, reiteramos, orquestada desde la parte que denominaríamos republicanos conservadores o aristocracia aburguesada disconforme con ciertas actitudes de la institución que no le han gustado, lo que les llevaría a poner en marcha el plan de descrédito en búsqueda de inferir en favor del desapego popular a la institución.

No obstante, los verdaderos republicanos están colaborando, aunque por razones bien diferentes y equivocadas,  a la vía orquestada por conjurados de signo contrario.

Tras los que se apresuran a pedir la abdicación del Monarca a favor de su hijo el Príncipe don Felipe, como paso a estabilizar la institución y limpiar la imagen de la misma, para algunos analistas, entre los que encuentro acomodo, presuntamente, subyace una maniobra oculta, como paso previo a la instauración de una III República.

Llegados a este punto, sería bueno advertir que no todo puede resultar beneficioso en cuanto que, en estas condiciones de recesión y crisis económica mundial, en absoluto es positivo abogar a favor de desmantelar la Monarquía. No es el mejor momento, pues de darse el caso, podría resultar catastrófico para el conjunto de los ciudadanos, abriéndose un cisma de consecuencias imprevisibles y presumiblemente nefastas para el conjunto de la ciudadanía.

No es nada descabellado pensar la lucha que abría por la toma del poder, piénsese en los acontecimientos que se vivieron tras la salida de España de Alfonso XIII, un período de luchas internas que dejo un triste legado histórico del que hasta ahora no se ha desprendido plenamente, el pueblo.

Para los que no creen en conspiraciones, plantearles la siguiente pregunta ¿No fue el Pacto de San Sebastián de 17 de agosto de 1930, una conspiración para derrocar a Alfonso XIII?

Tras la exposición realizada, queda preguntarnos ¿Existe un plan antimonárquico, por razones ignotas, al albur del capricho de grupos de poder no conocidos que ambicionan cambiar el modelo de Estado?

Bibliografía consultada:

(1)CACHO CORTÉS, Jesús, “El negocio de la libertad” Foca, ediciones y distribuciones generales, S. L., 1999-2000 – Madrid (654 Págs.)

(2)GABILONDO, Iñaki “Hay una conjura contra la monarquía” comentario: http://www.youtube.com/watch?v=pPj6FUQdd50

(3)IÑAKI ANASAGASTI, “Una Monarquía protegida por la censura” Editorial Akal, S.A. FOCA – Madrid, 2009.

(4)PATRICIA SVERLO (pseudónimo) “Un Rey Golpe a Golpe” biografía no autorizada de Juan Carlos de Borbón – Ardi Beltza – http://win.cut-bai.org/unrey.pdf

(5)Entrevista completa realizada al periodista Rafael Gómez Parra, por Libertad Constituyente: http://www.youtube.com/watch?v=VEriXFkJ6uY

 

Juan Francisco Ramírez S.

Abogado – Investigador y analista político

07 – abril – 2013 

Autores de opinión
Facebook