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Haría: el Instituto "fantasma"

| 04 de noviembre de 2012

Se acaba otro año más (y ya van doce). Avanza otro curso más, y los alumnos del Instituto de Haría prosiguen sus estudios bajo la amenaza de una "espada de damocles", que durante los años ha ido aumentando en intensidad y peligrosidad. Y mientras, año tras año, y curso tras curso, el Alcalde de Haría, José Torres, sigue pregonando que la obra del nuevo Instituto "está a punto de comenzar".

Se acaba otro año más (y ya van doce). Avanza otro curso más, y los alumnos del Instituto de Haría prosiguen sus estudios bajo la amenaza de una "espada de damocles", que durante los años ha ido aumentando en intensidad y peligrosidad. Y mientras, año tras año, y curso tras curso, el Alcalde de Haría, José Torres, sigue pregonando que la obra del nuevo Instituto "está a punto de comenzar".

La historia de la construcción del que (algún año) será el nuevo Instituto del municipio norteño de Haría, se ha convertido en los últimos 12 años en un auténtico "culebrón": en 2000, un año después de arrebatarle la alcaldía al hoy condenado y encarcelado Juan Ramírez, el nuevo primer edil (entonces del Partido Vecinal de Haría, apoyado por el PP), José Torres Stinga, prometió a bombo y platillo que su primer cometido sería "la construcción de un nuevo Instituto para Haría", que sustituyera al viejo centro que antaño fuera orgullo insular. 

Pasaron 4 años, y de la prometida obra, ¡nada de nada!. Y justo en vísperas de la campaña electoral de 2003, José Torres (ahora candidato por Coalición Canaria), se justificó alegando que su pacto "forzado" con PIL y PSOE, le "había impedido" iniciar la tan ansiada obra. Pero que si esa vez resultaba elegido como alcalde "por mayoría", acometería "sin dilación" la construcción del nuevo Instituto de Haría... Y logró la mayoría absoluta. Pero en sus cuatro años de mandato en solitario, ni siquiera pasó por la puerta del viejo centro.

Llegaron las elecciones municipales de 2007, y José Torres volvió a anunciar en la Campaña Electoral que la "principal prioridad" de su mandato en caso de ser reelegido, seria "la adquisición de un terreno" (que anteriormente había dicho que era propiedad del Ayuntamiento) para construir el ansiado Instituto. Lo que se le olvidó de decir en dicha campaña, era que el Gobierno Canario había destinado una partida para tal requisito, y que la misma "había sido devuelta" tras caducar el periodo de tiempo acordado para aprovechar ese dinero.

 El dinero destinado para la obra se había perdido. El terreno que el alcalde había dicho que "era del ayuntamiento", ni siquiera había sido puesto a la venta por su legítimo propietario. Y para colmo de males, el viejo Instituto se caía a pedazos: la enorme Aula de Tecnología estaba "adornada" en sus paredes con grandes grietas, y cuando llovía, se inundaba literalmente. Todo ello fue denunciado públicamente por Radio Altahay y Archipiélago Televisión, y por el entonces concejal Juan Betancort, lo que obligó a la Consejería de Educación a tomar cartas en el asunto... Aunque la chapuza (o parche) fue peor.

La solución de las "autoridades" fue derribar el Aula de Tecnología y otras dependencias. Y para albergar a los alumnos, se construyeron 3 Módulos Prefabricados: una especie de contenedores, donde el calor o el frío no son alternativas sino imposiciones; y donde estudiar puede convertirse en una experiencia claustrofóbica. Esto ocurría en 2008. Y lo irónico fue que el alcalde, José Torres, prometió que ésta era "una medida temporal", mientras se iniciaba la "pronta" construcción del "nuevo" Instituto. Incluso en la Hoja del Municipio publicada en julio de 2008, prometió que "el proyecto se llevará a cabo en el plazo más breve posible".

La cosa empeoró: los profesores del Instituto presentaban escrito tras escrito, solicitando la "urgente" construcción" del nuevo centro; los padres y madres de alumnos, registraban sus peticiones (más contundentes) también por escrito, antes las presuntas autoridades en materia de Educación; y por su fuera poco, los alumnos del viejo Instituto llegaron a "ponerse en huelga" ante la discriminación a que eran sometidos los alumnos de La Graciosa... Eso sí, José Torres y su "amigo" Mario Pérez, trataban de desviar la atención creando otros "focos de atención" ante "sus" medios de comunicación...

En marzo de 2011 (dos meses antes de las nuevas elecciones), José Torres y la entonces Consejera de Educación del Gobierno Autónomo, Milagros Luis Brito, presentaron a los medios el Proyecto y la Maqueta del nuevo Instituto. ¡Ahora sí!, el Ayuntamiento había adquirido el terreno (y no antes) en la zona de La Cañada, junto al Colegio San Juan. Y la obra iba a ser financiada por el Plan Integral de Empleo de Canarias, con 6 millones de euros. José Torres prometió que la construcción comenzaría "en septiembre de 2011"...

Comenzó la cuarta campaña electoral, y al igual que las anteriores, José Torres prometió que "se va a construir el nuevo Instituto", añadiendo que la obra "comenzará en septiembre" de 2011. Y volvió a ganar las elecciones. Pero la cosa ha empeorado. En la actualidad, el viejo Instituto se encuentra en "alerta roja" cada vez que llueve: las goteras afectan al Laboratorio, la Biblioteca (donde la humedad deteriora cada vez más a los libros), el Aula de Profesores, los pasillos, algunas aulas; y lo que es peor, con la lluvia el agua entra por las puertas provocando verdaderas inundaciones en las dependencias.

El tiempo sigue corriendo, las lluvias se van acercando, y los 360 alumnos que imparten sus cursos en el centro acuden con el miedo en el cuerpo... Ahora dicen que la crisis es la culpable de que no se haya colocado un bloque del nuevo Instituto. Y que es posible que José Torres vuelva a hablar del mismo en la campaña electoral de 2015.... Pero para los alumnos que estudiaron desde 2000 hasta esta fecha, el nuevo Instituto de Haría es tan sólo un "fantasma".

AURELIANO MONTERO GONZÁLEZ

 

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