
A la opinión pública y a los aficionados del fútbol canario:
A raíz de la desilución que año tras año sufre la afición canaria, sobre todo entre los más jóvenes de esta tierra, cada vez más madridista o culé, convendría a quien corresponda analizar las causas de este desencanto deportivo y poner remedio. Entiendo que tanto el presidente del Club Deportivo Tenerife como el presidente de la Unión Deportiva Las Palmas, como la consejera de Deportes del Gobierrno de Canarias, han tenido tiempo suficiente para sacar a la luz las más que probables causas de los malos resultados de ambos clubes que les ha originado bajar de categoria; bien manifestando públicamente la repercusión que supone viajar a más de mil kilómetros del archipiélago; bien reflexionando sobre la sostenibilidad y viabilidad de nuestra participación en la liga española. Dejar constancia que esta competición no reúne condiciones democráticas de igual a igual.
La distancia geográfica entre Canarias y la peninsula Ibérica supone un desafio significativo para nuestros equipos y jugadores. Los desplazamientos que se realizan cada 15 días hacia la peninsula conlleva un desgaste físico y mental considerable, que inevitablemente afecta al rendimiento deportivo de los jugadores canarios, para beneficiar en cambio a los jugadores peninsulares: estrés que supone viajar en avión, traslado por carretera, estancia en hotel y la falta de descanso adecuado antes de jugar cada partido se traduce irremediablemente en volver a casa de vacío, no refleja la verdadera calidad técnica y estilo de juego del fútbol canario. Son éstas circunstancias extra deportivas lo que hace imposible superar el bajo rendimiento; ni tan siquiera incorporando fichajes foráneos, tengan la calidad que tengan y vengan de donde vengan.
Paradójicamente, a pesar de la superioridad técnica del fútbol canario como lo demuestran jugadores de la cantera como Pedri González, Ayoze Pérez, Yeremi Pino, entre otros, y el apoyo firme de la afición vaya donde vaya nuestros representativos, no hay manera de encadenar varias victorias seguidas. La cruda realidad indica que nuestras aspiraciones no se ven recompensadas en su justa medida al finalizar cada temporada, ni llegamos a superar la media tabla clasificatoria. Lamentablemente nos hemos conformado en el mejor de los casos con no descender de categoria año tras año; culpabilizando erróneamente al árbitro, al cuadro técnico, al entrenador o directivas de esta situación; cuando de estar emplazados en el mismo territorio continental, ambos equipos deberían estar en la máxima categoria y en los primeros puestos de la liga. Sin embargo, la realidad es otra.
Pero hay un motivo aún más importante que llevaría a cualquier club y gobierno nacionalista, con sentido común, suspender nuestra participación en la liga española, más allá de considerar un impedimento la lejanía del continente europeo, la gran inversión económica para poder equipararnos al resto de clubes, infraestructura deportiva o el desarrollo del fútbol en nuestras islas: el impacto ambiental. Esa es la otra gran batalla de la que todo el mundo habla pero que nadie pone remedios. Según estimaciones oficiales, solo con los desplazamientos de deportistas y seguidores, la Unión Europea temporada 2024/2025, generará medio millón de toneladas de gases de efecto invernadero. Cuánto más sería si lo trasladamos a las reivindicativas propuestas de "Canarias tiene un límite". Esto, a todas luces es insostenible y va contra los valores de responsabilidad y sostenibilidad que deberíamos defender, tal como aconseja la Organización Mundial del Medio Ambiente.
Por todo ello, creo que ha llegado el momento de renunciar a seguir participando en la liga española de fútbol; y valorar positivamente la creación de una liga exclusivamente canaria tal como lo viene realizando la isla de Malta de forma orgullosa, coherente e inteligente. Única manera de reducir el impacto ambiental, mejorar el rendimiento deportivo de nuestros jugadores y destinar recursos a desarrollar en el fútbol de nuestras islas.
Esperemos que esta reflexión sea tenida en cuenta y que junt@s podamos encontrar una solución que beneficie al fútbol canario y al medio ambiente. Así como recuperar nuestra autoestima identitaria. Ser un pueblo libre e independiente, sin complejos de inferioridad. Vernos un día participando en el Mundial de Fútbol. ¡Ahul!
Edilberto Rodríguez Morales