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Celebración del Yennayer, el Año Nuevo Guanche, en Lanzarote, Tenerife y Gran Canaria

la verdad de lanzarote  |  18 de enero de 2013 (09:21 h.)
Este Yennayer de 2963 (Año Nuevo Amazigh), La Unidad organizó dos actos que aunque de carácter diferente, entendía como complementarios en esta efeméride del conjunto de las Naciones Amazigh. Uno de ellos fue la recogida de alimentos para el barrio de El Lasso; el otro un Homenaje a la figura legendaria del Mencey Ichasagua, líder de los Guanches Alzados.

Este Yennayer de 2963, La Unidad organizó dos actos que aunque de carácter diferente, entendía como complementarios en esta efeméride del conjunto de las Naciones Amazigh.

Uno era el celebrado en Gran Canaria, mas concretamente en el Barrio de El Lasso, donde se mostró cuál ha de ser una de las líneas de actuación del movimiento soberanista organizado: la acción social, y la solidaridad.

El otro -que es el que aquí reseñamos reproduciendo más adelante el texto de homenaje que precedió al juramento- celebrado en Tenerife, un emotico Homenaje el último Rey Alzado, el Mencey Ichasagua.

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Pero no sólo en Tenerife se celebró este Yennayer de 2963. También se subió a lo alto de fortalezas y montañas con las banderas nacionales canarias y amazigh, en islas como:

- Gran Canaria, GNR-RCAM, Fortaleza de Ansite:

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- Lanzarote, Montaña de Guenia Guatiza:

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SOLEMNE HOMENAJE EN LA FORTALEZA DEL REY ICHASAGUA, EN EL YENNAYER 2963

Discurso íntegro: "Los guanches de hoy pertenecemos a una orgullosa estirpe milenaria, de la que hoy celebramos una de sus efemérides, el Yennayer, el Año Nuevo Amazigh 2963. Hoy también celebramos la Victoria Guanche de Adexe honrando la memoria silenciada de nuestros antepasados.

Hoy nos hemos reunido en la Fortaleza del Mencey Ichasagua, lugar que simboliza la unidad de lucha entre pasado, presente y futuro de esta nación, a fin de mostrar nuestra implacable determinación para continuar la lucha. Porque allí donde se unen los patriotas, se yergue una fortaleza de voluntades que trasciende a la propia muerte.

A fin de rendir homenaje a Los Nuestros, hemos seguido un camino lleno de obstáculos, piedras con las que tropezar, barrancos que sortear. Un camino que ellos empezaron y nosotros tenemos la obligación de terminar. Y si aun así no fuera, debemos limpiar ese camino de todos esos obstáculos y llenarlo de orgullo y esperanza. Orgullo que alimenta nuestro ansia de libertad, y la esperanza de un futuro como nación. El orgullo de formar parte de un pueblo que debe mirar hacia un futuro de libertad sin olvidar su pasado.

Los canarios deben saber que Los Nuestros, los verdaderos patriotas canarios son aquellos que están a tu lado, compartiendo penurias y grandezas, gente corriente con ganas de cambiar una sociedad como la canaria con múltiples carencias y miserias, que vive en un mundo de mentiras y medias verdades, con miedo a pedir y luchar por lo que es suyo.

En distintas épocas, en contextos sociales y políticos diferentes, los alzados no tuvieron ninguna duda a la hora de dar su vida por la libertad de nuestro pueblo. Pese a eso o por eso mismo, sufrieron los embates del sistema colonial español, que a la fuerza, o a base de falacias e injusticias, intentaron minar su imagen, sus personas y sus obras. Dejemos claro que esta batalla la tienen definitivamente perdida. Sus nombres están impresos de forma permanente y destacada en la Historia de Canarias, en la Memoria de la Nación, mientras que los de sus verdugos y detractores se perdieron, y se perderán, en el limbo de la indiferencia y el olvido.

Nuestros abuelos de hace cinco siglos supieron darnos un digno ejemplo al inflingir a los españoles una de sus más humillantes derrotas cuando el ejército que finalizó la “Reconquista” fue exterminado en Acentejo. Tras intentar conseguir una tregua en 1496, los Alzados continuarían la guerra comandados por el último de nuestros verdaderos reyes, Ichasagua, cuando aún los muertos se mezclaban con los vivos. Aquí seguimos, luchando y recordando quiénes somos; cuál es nuestro origen, y malditos sean quienes se traicionan a sí mismos.

En 1502, en la Fortaleza del Rey Ichasagua se restablece el Trono Universal Guanche al proclamarse a Ichasagua Mencey de Adexe, tal como lo fuera el Gran Tinerfe. En 1502 y 1503, los españoles son derrotados militarmente temiendo éstos ser expulsados de la isla. Son los guanches pactistas cristianizados quienes rinden presencia ante el Auchón Real, situado en las cuevas de Hengua, en el flanco sur del Roque de Ahiyo, a fin de presentar las condiciones de paz. Cuenta la leyenda, dado que su cuerpo nunca cayó en manos españolas, que tras escuchar a los pactistas, Ichasagua sacó el puñal que llevaba al cinto y se lo clavó en el corazón.

Dicho sacrificio ritual, según las creencias de nuestros antepasados, lo llevaba al mundo de los muertos, tan real y presente como el de los vivos.

Este solemne homenaje en el Año Nuevo Amazigh, comunión de los luchadores pasados, presentes y por venir, es una reafirmación más de que la lucha continúa. Su lucha, nuestra lucha, la lucha de todos los canarios continuará hasta la victoria final.

Incluso cuando ya no quede ni una gota de nuestra sangre, estos barrancos y fortalezas seguirán conservando su memoria, su causa, su tierra, su sentimiento, que son de nosotros ahora, en este momento. Porque seguiremos luchando como hicieron quienes nos precedieron, en este mundo o en el otro, por los siglos de los siglos, ahul.

VIVA CANARIAS LIBRE!".