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El Consejo Supremo de Canarias

la verdad de lanzarote  |  06 de enero de 2013 (08:27 h.)
JOSÉ LUIS CONCEPCIÓN: Se trata de un ente soberanista, de carácter privado, compuesto por patriotas íntegros cuya principal misión, dada su naturaleza apartidista, será la de orientar, fortalecer y aglutinar a todas las organizaciones y personas que luchan por la libertad y el bienestar social de Canarias. Igualmente se trata de un consejo interno de última instancia al que se puede recurrir en caso de desacuerdo. No obstante, las organizaciones y personas que confluyan agrupadas en pro de la soberanía y el desarrollo socioeconómico de la nación canaria deben constituir una especie de tagoror o comité conjunto para consensuar o resolver cualquier diferencia o interpretación en todo el proceso.

Se trata de un ente soberanista, de carácter privado, compuesto por patriotas íntegros cuya principal misión, dada su naturaleza apartidista, será la de orientar, fortalecer y aglutinar a todas las organizaciones y personas que luchan por la libertad y el bienestar social de Canarias. Igualmente se trata de un consejo interno de última instancia al que se puede recurrir en caso de desacuerdo. No obstante, las organizaciones y personas que confluyan agrupadas en pro de la soberanía y el desarrollo socioeconómico de la nación canaria deben constituir una especie de tagoror o comité conjunto para consensuar o resolver cualquier diferencia o interpretación en todo el proceso.

El Consejo Supremo de Canarias, en calidad de organismo independiente, recomienda que se sienten las bases para que las distintas organizaciones políticas soberanistas converjan en una sola fuerza, aunque manteniendo cada una su propia identidad. En este sentido, y siguiendo las pautas de un documento privado, lo primero que se debe hacer es que las partes se reconozcan mutuamente, incluida su capacidad. Y en segundo lugar, al final de los acuerdos del documento, los firmantes deben renunciar a su fuero propio en caso de conflicto y someterse a instancias superiores, ya sea un tagoror o comité, o como último recurso al Consejo Supremo de Canarias, cuyo nombre puede cambiarse si así se considerara oportuno.

Las circunstancias mandan. Por consiguiente, todos los que nos consideramos nacionalistas verdaderos tenemos la ineludible obligación de actuar lo más rápido posible, siempre de manera pacífica. Cada uno de los representantes de las distintas organizaciones debemos renunciar a nuestro fuero propio, pues tenemos el deber de demostrar que por encima de los partidos está la libertad de la nación canaria y el fomento del bienestar social. Nuestro enemigo común no es otro que el colonialismo español y la oligarquía insular; pues mientras el Gobierno de España nos explota económicamente, el caciquismo canario, con la participación de la cúpula de los falsos nacionalistas, contribuye a la ruina de las pequeñas y medianas empresas, al aumento de la pobreza y del hambre y a otras graves deficiencias en la salud, prestaciones sociales y educación, al tiempo que los políticos que desgobiernan Canarias siguen viviendo en la opulencia.

La gran mayoría de los militantes y votantes soberanistas están pidiendo una unión seria de las distintas organizaciones afines. Por lo tanto debemos hacer un ejercicio de responsabilidad compartiendo y desarrollando un proyecto alternativo creíble e ilusionante para desalojar del poder político a los enemigos del pueblo canario. Para lograrlo tenemos varias vías; pues, si nos presentamos conjuntamente a unas elecciones, el efecto multiplicador puede ser enorme. La insistencia a través de la vía diplomática internacional, representada en la ONU, también puede darnos resultados positivos, además de poder tratar directamente con quienes nos colonizan para una vez constituido el Estado soberano canario establecer un tratado bilateral en beneficio mutuo, independientemente de que podamos seguir vinculados a la UE con un tratado especial. Estos no son simples deseos, pues el Gobierno español es consciente de que su dominio en Canarias está llegando a su fin. Nos basamos en que el Archipiélago canario es un territorio en ultramar que fue conquistado y colonizado mediante el uso de las armas.

Canarias es un país rico, pero muy explotado y mal gobernado. Urge recuperar nuestra soberanía para fomentar la agricultura, la ganadería y la pesca; sectores interesadamente paralizados, igual que la industria, principalmente la relacionada con las energías renovables, pese a ser muy rentable. En este Archipiélago no tendría que haber crisis, ya que solo el sector del turismo nos reportaría suficientes beneficios para vivir dignamente si el control estuviera en nuestras manos conjuntamente con una Hacienda canaria propia. Entonces, no permitamos que continúen las calamidades. No permitamos que miles de niños pasen hambre. Con el apoyo del pueblo canario también podemos manifestarnos masivamente y forzar un cambio favorable. La solución está en recuperar la soberanía canaria y establecer el estado del bienestar.