Los vecinos de Camino de Güime, un pequeño núcleo poblacional asentado en la periferia de Arrecife, denunciaron semanas atrás en este medio que "no pueden desplazarse de una vivienda a otra del mismo, a no ser que lo hagan en vehículo". ¿Motivo? La exagerada maleza que cubre los estrechos márgenes de la carretera que cruza el caserío, les impide acceder a pie: aulagas y "bobos" de hasta 2 metros de altura, que han ido creciendo en los últimos años... 

Lo cierto es que la publicación de la noticia en este diario digital y en el programa SOS LANZAROTE, la Concejalía de Limpieza puso en conocimiento del Cabildo (que tiene las competencias) la necesidad de "limpiar los márgenes".

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Según había denunciado el vecino Fidel Guillén, "la situación se agrava en horas de la noche, ya que la escasa iluminación del lugar obliga a los vecinos a deambular por en medio de la estrecha calzada, con el riesgo de ser atropellados por los vehículos que circulan a gran velocidad". Ante dicha coyuntura, el vecino había manifestado que "los vecinos estamos siempre en peligro desde que salimos de nuestras casas, porque la altura que tienen los 'tabobos' después de tantos años creciendo sin que nadie los arranque, provoca que tengamos que caminar por la carretera, ya que no hay manera de pasar de un lado a otro del barrio a pie".

Para colmo de males, Guillén había señalado que "la mayor parte de las farolas del lugar han dejado de funcionar, con lo que de noche es un riesgo poder moverse por el barrio; riesgo que aumenta por la presencia de tanta aulaga y 'tabobo' en los márgenes de la carretera".