El Cabildo de Lanzarote, a través del Servicio de Medio Ambiente que tutela la consejera Mónica Álvarez, ha llevado a cabo la limpieza de escombros y otros residuos de un terreno situado entre el barrio arrecifeño de Argana Alta y el Complejo Ambiental de Zonzamas.

Esta actuación se ha realizado mediante encomienda de gestión a la empresa pública Gestión y Planeamiento Territorial y Medioambiental (Gesplan), y se enmarca dentro del programa de 'Restauración de Hábitats Degradados'del Cabildo de Lanzarote. La Consejería de Medio Ambiente de la primera Corporación insular destinará un total de 80.000 euros para llevar a cabo, a lo largo de este año, estos trabajos de restauración de áreas degradadas que por su valor natural o paisajístico requieran de una intervención.

En esta primera actuación de la encomienda se han retirado 60 metros cúbicos de residuos, con un total de 5.000 kilogramos, de un terreno situado en el paso del Jable que se ubica entre Arrecife y San Bartolomé.

La consejera del área, Mónica Álvarez, quien acudió a la zona acompañada por los técnicos del Servicio de Medio Ambiente de la Institución y de Gesplan, respectivamente, denunció que “esta zona se ha convertido en un lugar habitual para el abandono de escombros ilegales y numerosos enseres, restos de obra y residuos muy contaminantes que requieren de una gestión y clasificación adecuada”.

Desde el Cabildo recuerdan a la población que estos vertidos ilegales están penalizados con sanciones y que "existen puntos limpios y servicios municipales de recogida a domicilio gratuitos para que los ciudadanos puedan depositar residuos voluminosos, especiales o peligrosos de origen doméstico, así como enseres y restos de podas, cuya recogida también es gratuita, evitando así usar nuestra isla y nuestro mar como un vertedero no autorizado”, señala Álvarez.

Con esta encomienda, el Servicio de Medio Ambiente llevará a cabo otras actuaciones en la isla que comprenderá la retirada de basuras y chatarras con separación y traslado a vertedero autorizado; la restauración de áreas degradadas mediante eliminación de materiales que pudieran afectar a los elementos característicos del hábitat; la eliminación de pistas sin control o roderas de vehículos que afecten significativamente al paisaje; y la colocación de barreras físicas que impidan la entrada incontrolada de vehículos a zonas fácilmente degradables y de alto valor ecológico.